PALABRAS MÁS/ En la Luna

“Debemos avanzar, no quedarnos estancados,

 seguir adelante hasta rompernos la cara”

José Agustín

ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez

En la cosmovisión de los antiguos mexicanos, lo mismo del altiplano que los del sureste tenían un lugar especial para el satélite natural de la Tierra, la Luna es parte fundamental de la creación, es lo femenino, el complemento de la dualidad del Sol, es la del conejo en la Luna y ha sido fuente de inagotable  inspiración para la cultura popular como el “el gato viudo” de “Chava”  Flores que sufría mal de amores y maullaba desesperado bajo una Luna grandotota y redondota, o la de Juan Gabriel que sabe de soledad y le pide cuidar al ser amado y hasta darle un beso.

El satélite es un elemento cotidiano más allá de lo poético, nos es tan habitual que luego la perdemos de vista, pero ahí está contemplando igual que millones de ojos lo han hecho durante siglos para entender, para investigar y estudiar, luego se convirtió en una obsesión que canalizó la carrera por el espacio para que en 1969 el hombre posara sus pies sobre ella, Neil Armstrong quedó para la posteridad con la frase “un pequeño paso para un hombre y un gran paso para la humanidad”.

Aunque las teorías conspiracioncitas afirman que el alunizaje del Apolo 11 fue un mero montaje y se han inventado un sinfín de historias, unas más elaboradas y algunas francamente absurdas, aquel acontecimiento cambió e impactó en la literatura y con la industria cinematográfica se generaron miles de películas que nos recuerdan la hazaña, una de las más grandes de la raza humana. En la segunda mitad del siglo pasado se enfriaron varios proyectos para que el hombre regresara a la Luna, nunca se ha dejado de investigar y ya en este siglo China reactivó la carrera.

En México siempre nos ha tocado mirar de lejos, aunque siempre el talento de los mexicanos nos ha mantenido cerca, pero de manera individual, como Rodolfo Neri Vela, José Hernández Moreno, Carlos Salicrup Díaz de León y recientemente una mujer Katya Echazarreta, que han trabajado en misiones espaciales o en la NASA.

La semana pasada fuimos testigos del éxito de un gran esfuerzo, por primera vez una misión mexicana llegó a la Luna, se trata de “Colmena” la cual fue lanzada el pasado 8 de enero junto con Misión Peregrine Uno (PM1) de la compañía Astrobotic.

Su estudio permitirá analizar la factibilidad de construir estructuras sobre superficies planetarias utilizando enjambres de robots auto-organizados. La Agencia Espacial Mexicana (AEM) ha señalado que este proyecto hará historia y es el primero de su tipo en Latinoamérica.

La misión se compone de cinco microrrobots mexicanos, que tienen 12 centímetros de diámetro y pesan menos de 60 gramos cada uno. Su misión es desplegarse sobre la superficie lunar y conectarse electrónicamente, para ensamblar un panel que pueda generar energía. Además, la UNAM tiene contemplada otras dos misiones a la Luna.

Así llegamos al satélite natural y no solo de manera figurada como en los grandes poemas y canciones, son los investigadores que tienen planeadas por lo menos otras dos misiones antes del 2030. Siempre llegamos tarde, pero está vez a la Luna.

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Hasta la próxima.

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