HOMO POLÍTICUS/ El cambio de año marca el principio del fin del Pejismo

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO

Nada es para siempre.

La vida

Es el punto de inflexión que detona abiertamente el desencanto del gobernante en turno.

Es el momento en que se hace sensible la cuenta regresiva de su inevitable extinción y con ello, su progresivo desquiciamiento personal.

Acontece porque pierde poder y los reflectores se trasladan a sus probables, sustituto.

Es el momento en que le hacen crisis el recrudecimiento de rencores por agravios causados a tantos en el camino.

Así funciona nuestro sistema, así somos aquí y ha pasado cada sexenio.

Baste recordar aquel 1º de enero del 1994, que el Presidente Salinas, despertó con el ejército zapatista asaltando Chiapas y desplomando su extraordinaria popularidad exacerbada con propaganda mesiánica, como ahora la del Peje.

Exacto en este punto de inflexión, estamos.

Aquí y ahora le explota al Peje, en su propia cara, la enorme corrupción de su gobierno, la de sus hijos, su egolatría, los odios que ha cultivado y su condición de hombre miserable.

Sus actos lo desnudan y exhiben tal como es en su extraordinaria miseria como político y como ser humano, esta condición arrastrará a Claudia y a Morena que han sido sus cómplices.

Repugnan sus manos ensangrentadas sin escrúpulos.

Además, que lo persigue la maldición de matar personalmente a su hermano Ramón en 1969 y a José Ángel León por la espalda de un pelotazo en la nuca en 1063, ahora, tiene ensangrentadas sus manos por ser responsable indirecto de muertes al encubrir la exacerbada violencia generalizada en todo el país.

Ha tolerado la extorsión y proliferación de cárteles que producen las masacres que han enlutado a millones de familias mexicanas.

Sus manos están ensangrentadas por los miles de pacientes que murieron y continuarán muriendo por no tener acceso al sistema de salud ni a medicinas públicas.

Se volvió despreciable por imponer candidatos para la pasada y próxima elección exigiendo como único requisito que le juren lealtad absoluta a él, en lo personal, como si viviéramos en una monarquía dinástica.

Como si él fuera el dueño de nuestro sistema político nuestro presupuesto y destinos.

La sociedad repudia el nepotismo dictatorial y se lo reprochará.

En abuso de su cargo, llegó a extremos intolerables con la imposición de canallas en cargos públicos, a cambio de la impunidad que juró combatir, son tantos que nombrarlos rebasaría lo creíble, es una lista vergonzosa.

La sociedad, no le perdonará que cínicamente y contra lo que criticaba, use a otros dos partidos rémoras que simulan independencia pero operan a su servicio para burlar las mayorías en las cámaras y cabildos; cínicamente lo hacen con cargo a nuestros presupuestos y actualiza un abuso del que hemos estado hartos desde hace décadas.

¡¡Qué vergüenza de gobierno y de gobernante que traicionó las nobles causas que impulsó cuando fue candidato!!

Todo su gobierno es una parodia de mediocridad y espectáculo, todo ha sido un culto a su figura.

Inauguró obras que no además de no haber terminado, son inútiles y contraproducentes por caras y han implicado costos ecológicos, y la extinción arbitraria de pueblos indígenas llevados al límite.

Endeudó al país sin misericordia a las nuevas generaciones.

Corrompió al ejército, a Segalmex, a la Marina, a Pemex, a la industria eléctrica a la cámara de diputados, a todo el poder ejecutivo, a los programas sociales, al sistema de salud, al de pensiones, el de compras públicas todo, todo lo que tocó lo prostituyó; lo colapsó y no para.

Atacó a todas las instituciones autónomas, se robó todos los fondos que pudo, extingió las normas que establecían protocolos de atención en procesos de salud que no cumplió y lo condenarían, así ya sin norma que lo castigue, ya no hay sanción ¡Que cinismo!

Degradó la educación pública a niveles de vergüenza mundial.

Se volvió el engañabobos regalándoles el dinero que tienen que gastar en medicinas o insumos encarecidos.

Gobierna un país de nueve mil fosas clandestinas con cadáveres humanos.

¿Con que cara aspira a una continuidad?

¡El pueblo tendría que estar demente o hipnotizado!

El cambio de año marca el inicio de que le sigan reventando estos temas, en cada foro, en cada espacio a él y a sus incondicionales.

¡¡Ninguna campaña propagandística puede ocultar tanta miseria!!

¡¿Qué clase de pueblo somos si toleramos estos absurdos?!

Morena apesta, porque ha sido incapaz de frenar a un tirano patético y ha sido cómplice de las peores prácticas gubernamentales de los últimos decenios.

México padece una infamia causada por políticos miserables que lo han gobernado en los últimos lustros y ya aprendió el valor del voto de castigo que se robusteció, a partir del cambio de año en el 2018.

¡Es hora de sacudirnos otra vez la maldición de políticos miserables!.

Es hora de repudiar la política monárquica, mesiánica, mezquina del adoratorio a la vanidad personal del tirano.

Es hora de sustituirlo por otro gobierno de mayor nivel técnico, experto, sensible, comprometido con causas nobles y con los mejores valores de las prácticas públicas, ético.

Es momento que la realidad obligue a reaccionar a los que antaño fueron luchadores sociales y que ahora están hipnotizados por el Peje.

¿Por cierto?, ¿Que habrá sido de su dignidad, compromiso y lealtad con las mejores causas sociales?, ¿Qué habrá sido de todos aquellos que antaño se pararon a pedir votos, a clamar justicia social?, su silencio y tolerancia al tirano también los exhibe, en su auténtica patética realidad.

Como cada seis años, empezaremos a sentir los vientos de cambio, pero ahora más y le anticipo porqué.

En México, las mujeres nos han enseñado a mandar a la basura a patanes golpeadores, engreídos y violentos, ya no toleran a cretinos, farsantes, rencorosos; el Peje encuadran exacto en ese perfil.

Los trabajadores tampoco toleramos liderazgos de patanes mediocres, el Peje también encuadra exacto en este umbral.

Llevamos años educando a nuestros hijos para que no se dejen de los gandallas, los jóvenes ni nosotros seguiremos bajo el liderazgo de uno.

Por todas estas razones, los mexicanos sepultaremos la fuerza Morena y a su presidente.

Los malos gobiernos son nuestra responsabilidad, son nuestros problemas y sólo los resolveremos enfrentándolos.

El pueblo ya no quiere permitir a nadie, malas prácticas gubernamentales, ya hay organizaciones civiles altruistas, periodismo crítico observante del sistema de gobierno y denuncian cada sinvergüenzada.

La renovación del año es un cambio de ciclo y justo por eso, actualiza una nueva oportunidad que ofrece esperanza.

Nada y menos los males son para siempre, lo enseña la vida, antaño ya nos sacudimos políticos farsantes, sistemas anacrónicos, en el 2024 lo volveremos a hacer.

México, tendrás un feliz año nuevo, sólo hasta que te sacudas el gobierno corrupto.

De eso, nos encargaremos los auténticos amantes de nuestro México libre y progresista que anhelamos una buena patria para nuestros hijos.

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