HOMO POLÍTICUS/ Clara, ¿qué onda con el Cártel Inmobiliario?

La incoherencia en el discurso, exhibe la falta de honestidad «. Sabiduría popular

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO

Como pasa en tiempos electorales, el asunto del “Cártel inmobiliario”, sólo es una mañosadas para desprestigiar y descarrilar la candidatura de Taboada; lo aducen sin percatarse que, paradójicamente es un discurso suicida.

Veamos el asunto con cuidado y objetividad.

Lo inventó el Peje en su mañanera para atacar al panismo en la CDMX y detonar que todo el obradorato y su candidata Brugada, lo repitan como cargada discursiva para atacar a Taboada, como balando sin parar.

Pero en ese absurdo hay varias cosas que no cuadran y por ello evidencian que ese discurso es incongruente y hueco.

Pensemos:

Si Taboada hubiera incurrido en ilícitos, ¿Por qué no lo han llevado a proceso a que pague esas maldades que le achacan?

¿Por qué no? si tienen la Fiscalía de Justicia morenista a su disposición y recurrentemente la usan como rottweiler contra cualquiera que se les oponga.

La única razón, es porque ¡¡No es cierto lo que le achacan a Taboada!!

Mucho menos podrían probar lo que no existe; si pudieran, ya lo habrían acusado formalmente y vinculado a proceso, pero eso, ¡¡No ha pasado!!

Insisto en pensar con objetividad.

Si la mala conducta que reprochan consiste es un abuso del cargo por autorizar la construcción de obras privadas fuera de norma, entonces la fumada del “Cártel inmobiliario” entraña un autogol de Morena, ¡Es un disparo suicida!

Veamos ¿Por qué?

En la CDMX, el sistema de obras para el desarrollo urbano lo atiende el gobierno central quien dicta normas, regula y supervisa su cumplimiento.

Ese gobierno central ha estado bajo la responsabilidad del propio Peje, y últimamente de su candidata Claudia.

Por eso, insulta la inteligencia que Clara Brugada quiera convencer de que Taboada es culpable de actos que atribuye a un “Cártel inmobiliario”, cuando Claudia siendo titular del gobierno central era la responsable del desarrollo urbano de la Ciudad; reprocharle a Taboada implica inescindiblemente reprocharle a Claudia lo mismo y peor porque supone que no se dio cuenta de los temas que ahora le reprocha al otro.

Dicho de otra manera, si algo hubiera estado mal, como aducen y Claudia lo consintió fue o por estupidez como jefa del gobierno central o por la misma corrupción que ahora reclaman, en cualquiera de ambas hipótesis, Claudia y el propio Peje serían directamente responsables de lo que reprochan, pero el Peje doble porque lleva casi seis años operando una Secretaría de estado federal responsable del desarrollo urbano.

Cada que Clara discute el cártel inmobiliario, le escupe la cara al Peje y a Claudia y lo hace en público, con vehemencia suicida exhibiéndolos como delincuentes o tontos.

Si hubo algo indebido, ¿Dónde hubo más corrupción, en Claudia Sheimbaun que lo consintió o encubrió?, ¿En el Peje que hizo lo mismo y en vez de gobernar se la pasa vomitando odio en las mañaneras?, o ¿En quién debiendo denunciar y judicializar ni siquiera lo ha intentado?

Bajo esta certeza, cada que Clara esgrime el único argumento que tiene para atacar a Taboada, en realidad, ¡¡Está gritando que Claudia es corrupta o tonta!!

En cualquier caso, el discurso es suicida e insulta la inteligencia del elector porque cree que la sociedad sólo escuchará la parte con la que ataca al hombre que le compite políticamente mismo a quién la fiscalía especializada en esos temas no acusa.

¡Esta es una aberración!

Si Clara fuera honrada, acusaría igual a Claudia, pero no lo hace por interés, por convenenciera evidenciando que su ataque sólo se sustenta en mentiras y en su obsesión por llegar al cargo.

¿Aberrante no?, ¿Con que cara se queja de honradez de Santiago si ella misma no es congruente y honesta absteniéndose de denuncia parejo a Claudia y al Peje?, ´

Se ve peor pidiendo votos para Claudia cuando es ella corresponsable de la única causa que le reprocha a su competidor.

Estas aberraciones, sólo pasan en México en abuso a la condición cultural de sus habitantes y con organizaciones políticas como Morena, que viven del engaño al pueblo y deliberadamente lo mantienen en la promiscuidad cognitiva.

Esta certeza se confirma con la tesis del Peje, cuando llama solovinos a sus seguidores y les dice que no sean aspiracionistas o se conformen con un par de zapatos y les quita servicios médicos y asistenciales.

¡Pobres diablos obradoristas!

Están sentenciados a perder porque en la Ciudad de México reside la sociedad mejor comunicada y más crítica de México, la que está agraviada con el engaño Pejista y reside la sociedad morenista que también está ofendida con su simulación y cobardía de abusar de su buena fe y apoyo incondicional.

Éste, ya no es el mundo de pejezombies que creen que pueden manipular.

Por último, si Santiago tiene culpas, acúsenlo judicialmente y que la autoridad competente, reúnan las pruebas y si es culpable, húndanlo, que lo condenen junto con Claudia y el Peje por tontos o cómplices encubridores, ¡Ya basta de corruptos!

Pero si saben que no es culpable, déjense de engaños desleales; en la sociedad observamos en sus conductas incoherentes y ya no estamos dispuestos a tolerar más incoherencias de políticos corrientes y mediocres.

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