PULSO/ Decadencia

EDUARDO MERAZ

El periodismo en México y el mundo, es espejo de las sociedades y de los gobiernos, no hay más. Atribuir exclusivamente a la labor informativa los “pecados capitales” es pretender, de manera ilusoria, lavarse las manos cuando se es parte de los problemas.

Esto viene a cuento, por lo señalado este miércoles por el presidente totalmente Palacio Nacional quien, ante las manifestaciones de desaprobación de muchas de sus acciones de gobierno, busca erigirse en salvador de las “buenas conciencias”.

En su teatro en atril mañanero, el mandatario sin nombre y sin palabra, se lanzó al ruedo con todo el resentimiento acumulado, adolorido por la permanencia del hashtag que puede ser el epitafio con el cual se identifique y pase a la historia su sexenio.

Indicó: hay una decadencia “que no corresponde nada más al periodismo, sino a todo lo que tiene que ver con la vida pública”. Es un proceso de degradación progresiva, es crisis en lo económico, crisis de bienestar social, crisis política, crisis de pérdida de valores, lo comprende todo, aceptó

“Y eso tiene más que ver con la decadencia, es un tiempo decadente -clasificó- que solo se puede remediar, enfrentar con una transformación tajante de la vida pública”.

Según el habitante temporal del envallado palacete, el cual ya fue horadado por inconformes, no únicamente el periodismo vive momentos muy vergonzosos en México y otras partes del mundo, también los gobiernos, en particular el suyo, pues desde su tribuna todos los días lleva a cabo “un bombardeo de mentiras, de calumnias “.

Por extensión, puede afirmarse que el gobierno cuatroteísta que él encabeza “es un caudal de mentiras, como ha quedado demostrado por analistas, donde se documentado el centenar de mentiras expuestas en cada una de sus conferencias cotidianas.

Es decir, las noticias difundidas por los medios de comunicación son, para bien o para mal, el espejo fiel en el cual se proyecta la imagen presidencial.

“Es un proceso de degradación progresiva, es crisis en lo económico, crisis de bienestar social, crisis política, crisis de pérdida de valores, lo comprende todo y eso tiene más que ver con la decadencia es un tiempo decadente que solo se puede remediar, enfrentar con una transformación tajante de la vida pública”, señaló.

Tal metamorfosis, debería empezar por él mismo, al honrar sus propias palabras: “que se quiten la máscara y que haya más transparencia, autenticidad,”

Porque además de calumniar y fustigar a periodistas, opositores, defensores de derechos humanos y gobiernos -nacionales y extranjeros- que no le simpatizan, alienta agresiones.

De acuerdo con estadísticas recientes, durante el presente sexenio, más de 40 periodistas han perdido la vida, y según datos de Amnistía Internacional, del total de ataques a reporteros, el 40 por ciento provienen de funcionarios públicos.

Asimismo, en dicho lapso la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) sólo logró ocho condenas por asesinatos de periodistas en dicho periodo. “La impunidad es un factor clave en la violencia contra periodistas en México, pues la inmensa mayoría de los ataques quedan sin castigo”.

Adoptar el papel de Poncio Pilatos y, al mismo tiempo, de salvador, es una muestra más de la decadencia palaciega, cuya imagen se ve reflejada en los medios de comunicación.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

Otro rubro en el cual se debe aclarar el destino del dinero de los contribuyentes es el que supuestamente se destinó a los deudos de los fallecidos por Covid-19, y evitar sospechas de haber seguido el mismo camino de las pensiones para adultos mayores.

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