HALLAZGOS/ Hijas-hojas

ROCÍO FIALLEGA

SemMéxico, Ciudad de México. “Desnúdate”, me dijo el otoño. Mis hijas se marchan en alegre danza, la vibración de su risa me acorrala. Humedecidas de victoria, prendidas a mi rama estaban, su propio canto por volar hacia el viento las ha consumido. Ya no son mías, se han ido hacia la tierra, pues de ella provienen; árboles: rueguen por ellas, pues serán su alimento y permanencia.

Alfombra en sepia que le regalo a la infancia de quienes pasan frente a mí: cric crac croc pasan corriendo sobre ellas sin soltar la mano de su mamá, cric crac croc dejo que ellas vivan este proceso, ha sido tan bello estar juntas, ya las parí, crecieron y ahora se van. Soy feliz.

¿Algún día me secaré de tanta vida? Llega el invierno con su sobriedad azulada, me quiere seducir, pero no tengo nada que darle; él me estremece no de amor o poesía sino de frío. Melancolía que me estremece, este presente no tiene un igual: fue, es y será.

Veo el rostro del sol, amigo que me ama y que no cambia, la que se transforma soy yo, el contexto es todo dicen por ahí, tengo mis fuertes raíces y mi verticalidad, ya no envidio a quienes se mueven y no tienen ni una sola alquimia en su vida.

¡Oh, esta calidez de gestación! Vibro por dentro ya estoy lista, es de madrugada y estoy soñando que hoy por la mañana saldrá la primera de mis hijas, sí, me abro a la vida, no hay herida sólo plenitud, en perpetua esperanza, siento su verde esmeralda y su textura, va surgiendo de mí, mira al cielo y no vuelve la vista atrás.

Y así me voy llenando de hermosas hijas que brotan y sonríen a la luz y a la obscuridad, ya viene su primera carcajada: un retoño lleno de luz y color, sí, eso es florecer y amar y crecer.

No me puedo detener, tanta plenitud me sonroja, igual que a mis ancestras, todas iluminadas, aceptando el proceso, no hay antes o después, es este ahora el que es mío y nada más.

Es verano y el viento canta bellos mensajes, mis pequeñas siempre están enojadas porque las otras les hacen sombra; mientras que las grandes viven en eterno reproche por estar expuestas al sol y al viento. No hace falta que les diga que van a iniciar una nueva rueda del proceso, porque el tiempo no existe y la vida es eterna.

www.entresemana.mx

Check Also

HALLAZGOS/ Este dolor no es mío

ROCÍO FIALLEGA SemMéxico, Ciudad de México. Más allá de que Este dolor no es mío …