HALLAZGOS/ Este dolor no es mío

ROCÍO FIALLEGA

SemMéxico, Ciudad de México. Más allá de que Este dolor no es mío sea una recomendación en la serie turca Mi otra yo, en la que se aborda el tema de Constelaciones Familiares, este libro es una oportunidad para trabajar con su propuesta nuestros traumas familiares heredados, de los que en realidad no somos conscientes.

Mark Wolyn emprendió su viaje interior hacia afuera, sin darse cuenta de que en realidad lo que necesitaba era reconocer y honrar a sus padres y a su propia historia; con base en recientes investigaciones científicas y su experiencia como terapeuta, nos explica que nuestro legado familiar nos proporciona tanto aflicciones como la fuerza suficiente para enfrentar la vida.

Identifica que cuando hay dolor y enfermedad es porque se ha cortado el flojo de la vida por alguna de estas razones: nos hemos fusionado con papá o mamá (o nuestro cuidador primario); rechazamos a alguno de nuestros progenitores; en nuestra edad temprana se rompió el vínculo con mamá; o, nos identificamos con un miembro del sistema familiar, distrito a nuestros padres y queremos redimir su historia.

También expone que las crisis que enfrentamos no necesariamente son nuestras, sino que a veces son parte de las lealtades invisibles que tenemos dentro de la conciencia familiar a la que pertenecemos, y es en ese entramado que podemos ubicar nuestro lenguaje nuclear, es decir las “palabras que describen nuestros miedos más profundos”.

La propuesta es que identifiquemos nuestro lenguaje nuclear, al re-conocer nuestra historia familiar, recreando nuestro árbol genealógico como un genograma a través de un mapa, el cual podemos ir construyendo una vez que identificamos, las quejas, descriptores, frases y traumas nucleares. También nos enseña a distinguir las dinámicas invisibles que afectan nuestras relaciones familiares; y para ir integrando y transformando, nos proporciona frases para curar.

Este libro nos invita a trabajar desde donde estamos, respondiendo con honestidad, consultando todas nuestras referencias familiares y avanzando en el trabajo interior, sin detenernos, porque incluso podemos identificar nuestra relación con el éxito; haciendo que el amor profundo habite nuestra vida pena sin “reproducir los miedos ni las desventuras del pasado”.

Dice una mujer sabia, Mataji Shaktiananda: “El camino ni corto ni fácil es, pero ya habita en ti”, así es que con la filosofía de vida que queramos emprender, y las guías y propuestas adecuadas, podemos alcanzar y construir una vida llena de amor incondicional en plenitud.

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