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VERÓNICA VALDÉS GONZÁLEZ
AGUILA
La semana pasada la Cámara de Diputados aprobó modificaciones a la Ley de Protección al Consumidor con el fin de prohibir el cobro de comisiones, montos o cargos a consumidores cuando paguen con tarjeta de crédito o débito.
Aunque la iniciativa falta ser discutida por el Senado, se da como un hecho que pasará sin problemas
La iniciativa establece que el incumplimiento de dicha disposición se sancionará con multa de 701.15 pesos a dos millones 243 mil 671.49 pesos.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) algunos establecimientos cobran una “comisión” que puede ir del 3 al 5% sobre el valor total de la compra o servicio, cuando se paga mediante tarjeta de crédito o de débito, situación que incumple con lo pactado con las instituciones bancarias.
SOL
En la carnicería “Esperancita” de la colonia Obrera, comerciantes del poblado de Gualupita, Santiago Tianguistenco, Estado de México, el dueño del gimnasio Les Miller, en la colonia Héroes de Padierna y tiendas especializadas en artículos de belleza de Correo Mayor, Centro de la CDMX, le dieron la vuelta al cobro de la comisión que aplicaban a sus clientes por pagar con tarjetas; desde hace varios meses los pagos electrónicos se hacen por transferencia bancaria.
El motivo: “El banco tarda hasta ocho días en depositar el importe de la compra”, me comenta, Salvador Gutiérrez, encargado de la “Esperancita”, ubicada en la calle 5 de febrero, aseveración en la que coinciden el resto de los pequeños comerciantes entrevistados.
“Cada vez que cobras con tarjeta el banco te aplica seis por ciento de comisión, más IVA, por el uso de las terminales punto de venta”, agregó Salvador.
Ramón “N”, dueño de un negocio de venta de sarapes, suéteres, bufandas, gorros y otras prendas de vestir elaboradas a base de lana, localizado en Gualupita, señaló que ningún comerciante de la localidad acepta tarjetas bancarias, “casi no hay bancos en la localidad, además las comisiones que cobran los bancos son altas y eso afecta las ganancias. “Es mejor la transferencia, ahí no hay pierde, el dinero llega luego luego y no tiene que pagar nada al banco”, menciona.
Mientras que en el gimnasio, la explicación es que la terminal falla muy seguido, así que prefiere la transferencia, mientras que en los comercios del centro de la Ciudad, si aceptan tarjetas, pero cuando el cliente la olvida o pide pagar con transferencia se acepta. Cada vez más personas prefieren hacerlo de esta manera, nos dice la cajera.
Sin duda, la iniciativa pasará sin problema en el Senado, y pronto se hará Ley, situación que no parece preocupar a los pequeños comerciantes, pues mientras puedan cobrar mediante transferencias bancarias, el tema del cobro de comisiones extras y los pagos a los bancos por el uso de las terminales punto de venta, está superado.
