La reunión de “alto nivel” entre Estados Unidos y México para encontrar soluciones a la crisis migratoria, fue de buena fe entre quienes ‘no entienden que no entienden’.
ROGELIO FAZ
Chicago, Illinois, USA. De que hay un problema lo hay, y muy grande, para todos: migrantes, recursos, albergues y gobernantes. Las soluciones chabacanas no resuelven nada y menos cuando vienen de los mismos causantes.
Las crisis migratorias tienen nombres y apellidos: Nicolas Maduro, los Castro/Díaz-Canel y por supuesto López Obrador entre otros. A estos se suman los benévolos del país receptor con el cuento del asilo político cuando es económico (la gran mayoría), como lo confirma la más reciente caravana que se auto denomina ‘éxodo de la pobreza’.
Atacar las causas
Después de dicha reunión en la llamada conferencia de “prensa” mañanera, AMLO no hizo nada más que ronronear un discurso de predicador marrullero. Las declaraciones del presidente mexicano son para consumo local; paja para la prensa chaira.
Centrado más en aparecer como el gran ideólogo de soluciones. Por cierto, bien discordante con eso de que EU debe “atacar las causas”, cuando se es parte del problema.
La solución santuario
Los alcaldes de Chicago, Nueva York y Denver (D), conjuntamente exigieron ayuda económica de emergencia al gobierno federal para hacer frente a la crisis, en la práctica significa mantener a los migrantes. Es decir, no es controlar la inmigración sino para dar alojamiento, manutención y servicios de salud. Lo que estimula la crisis.
Para esto, los alcaldes ermitas ampliaron el concepto santuario por su cuenta y quieren atender a los migrantes cuando no tienen posibilidades de hacerlo con los suyos.
Los migrantes no podrán valerse por sí mismos al menos por un buen tiempo, para después formarán parte de otros problemas. Para otros tendrá que ser permanentemente como a discapacitados o mayores de edad.
Fe como estandarte
Una razón que ha llevado a esos gobiernos ‘de las causas’ a la quiebra son los mandatarios balines cuando se les acaban las dádivas que dejan al pueblo bueno y sabio al garete; a la buena de Dios, que ahora transita con un crucifijo como estandarte que alimenta la fe, pero no el estómago.
Crisis compartida
Quienes conforman estas caravanas dicen ir en busca ‘de una mejor vida’, pero ¿quién o que se los impide en su lugar de origen? Pues los que aceptamos a esos gobiernos chafas que ahora piden atacar las causas.
A raíz de haber permitido esas circunstancias, y por no tener la cultura de superación colectiva; degeneró en corrupción y violencia. El fracaso es compartido: político y social, es una vergüenza ser inmigrante por esas razones y encima imponer a los demás nos den lo que no fuimos capaces de conseguir.
Emigran es la solución con la fe como estandarte, muestra de ignorancia. La táctica: crear crisis con el peregrinar.
Que cómodo decir hay que ‘atacar las causas’. Lo que se traduce en: No entienden que no entienden.