CARTAS DESDE CHICAGO/ ¡Mayday mayday, mayday… hay burros en la pista!

En México hace un par de semanas sucedieron un par de cosas que siguen en el aire: un incidente aéreo y las declaraciones del presidente Andrés M. López Obrador sobre la Cumbre de las Américas

ROGELIO FAZ. Aunque son asuntos diferentes en pistas diferentes, ambas muestran deficiencias de cálculo y planeación; secuela de improvisaciones o negligencias o, ambas.

Durante dos semanas se comentó en México, sobre la posible coalición entre dos aviones en el aeropuerto de la CDMX. Esto después de que un avión cuando se disponía a aterrizar tuvo que retomar vuelo debido a que otro estaba en la pista.

Situación que no hubiera dado tiempo para pedir auxilio y de haber sido así sería para atender el desastre. No obstante, hay que tomar en cuenta que esto también sucede en otras partes del mundo, como en Chicago con uno de los aeropuertos más actualizados y transitados del mundo.

(Quien esto escribe, ya hace algunos años de regreso a Chicago proveniente de México, cuando el avión se disponía a aterrizar se escuchó el poder de las turbinas y en seguida el avión tomo altura como si fuera cohete. Para después aterrizar. Nadie dio una explicación en vuelo ni en tierra o en los medios ¿sería porque era una aerolínea mexicana?).

No voy a la cumbre

Peeero, la declaración del presidente de México, AMLO, compite en polémica al entrar a un espacio peligroso diciendo que no asistiría a la cumbre a celebrarse en Los Angeles, si no se invitaba a sátrapas del continente.

Se encendieron las turbinas de la diplomacia y la cumbre está en el aire esperando le despejen la pista.

AMLO confiando en su ‘torre de control’; politiquería de ocurrencia espontanea -algo que goza cada vez que arma un revuelo-, exhibe las tirrias hacia sus ‘enemigos’ amistosos, y no miente. No obstante, sus señalamientos obedecen a una inercia de rebeldía sin aportar solución que no sean verdades retorcidas para lucir su discurso.

En ese ‘espacio’ le gusta hacer acrobacias y cuando no le salen bien les echa la culpa a las turbulencias corruptas, fallas en las turbinas del pasado, a una niebla conservadora o a la transmisión neoliberal.  Y en lo que va planeando su nave disfruta como todos voltean a ver sus acrobacias. Es lo suyo. Lo que unos llaman genialidad política.

Cumbre de desplantes

La cumbre tomo vuelo en México por la polémica de la controversia que de lo que pudiera surgir de ella. Una reunión que hubiera pasado por desapercibida si no fuera por las posturas ramplonas revolucionarias que no despegan y exigen un cambio de ruta cuando ya no tienen ni combustible.

Es más, son gobiernos que necesitan de las turbulencias del norte para no soltar el timón aun estando varados. ¿O alguien piensa que estos pilotos frustrados puedan aportar algo a una cumbre que no sean los mismos problemas que ellos causan? En todo caso son oportunidades para hacer bravuconadas como las de Hugo Chávez.

¡Despejen la pista!

Resulta que el piloto de la política del Air Force One, el presidente de los Estados Unidos está en problemas para aterrizar sus propuestas y ser reconocido como el ‘capitán mil horas’. Aun así, Joe Biden, quiere aterrizar cuando sabe que hay burros en la pista. Sin agraviar.

Cuando una tripulación solicita ayuda de urgencia se repite ¡mayday, mayday, mayday! Sin embargo, será muy difícil atiendan su llamado cuando los que escuchan son burros tercos.

En EU son pocos los ventarrones que provoca la cumbre, hasta ahora. ¿Será porque vienen del sur? Veremos si despajan la pista o si el piloto ‘mil horas’ sale como cohete.  Para buscar otra pista donde no salga tan raspado.

Lo más seguro es que todo esto termine como dice Lorenzo Meyer en su columna de El Universal de este 22 de mayo: Round de sombras.

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