ZONA POLITEiA

*El monopolio de la violencia

*AMLO y la Cumbre

*Las elecciones del domingo

CÉSAR VELÁZQUEZ ROBLES. El monopolio de la violencia.- La gira del presidente López Obrador por Sinaloa el fin de semana, habría pasado como una más de las muchas que ya ha realizado por la entidad, de no haber sido por las enormes repercusiones que ha tenido la información periodística sobre un retén instalado por grupos delincuenciales en la región serrana del municipio de Badiraguato. Habituados como estamos los habitantes de esta región del país a estos retenes, que muchas veces no se sabe si son de los “buenos” o los “malos”, el asunto no ha tenido entre nosotros el impacto que ha producido en muchas otras partes del país y del extranjero.

En la “mañanera” del lunes 30 de mayo, el presidente tuvo que salir a explicar lo ocurrido tratando de quitarle hierro al asunto, como una cuestión menor, sin trascendencia: “Fuimos a hacer una gira a Chihuahua y Sinaloa, fuimos, y un escándalo por un retén, esa era la nota, y difundir que hay acuerdos con la delincuencia, pues no”.

Pero trivializar un asunto como éste es cada vez más difícil. Una decena de personas armadas con cuernos de chivo –como se conoce ese fusil de asalto que diseñó Andrei Kalashnikov– algunos de ellos vistiendo uniformes militares, bloqueando el camino, como puede advertirse con toda claridad en algunas de las imágenes difundidas en los medios, no es un asunto inocuo. Advierte la presencia de un fenómeno que da cuenta de la creciente dificultad del Estado para garantizar el control del territorio.

El viejo Leviatán está exhausto, no tiene ya la exuberancia y el vigor que no hace todavía mucho tiempo le permitía imponer su ley y ejercer la violencia que derivaba de su monopolio legítimo. Ahora ese monopolio legítimo está en disputa. Todos esos territorios sustraídos a la acción del Estado, sobre todo en entidades como Michoacán y Guerrero, pero no únicamente, dan cuenta de la gravedad y de la creciente incapacidad del Estado para ejercer su control y dominación. Simplemente, no puede garantizar la seguridad física y jurídica de sus ciudadanos, no puede asegurar la vigencia del Estado de derecho, el imperio de la ley.

Eso es lo que dicen las imágenes. Es inevitable que un sentimiento de indefensión se apodere de quienes quieren, aspiran y desean una convivencia civilizada. Es cierto también que esta cesión de territorio no empezó con este gobierno. Viene desde hace años, de aquellos tiempos en que se decidió dejar en manos de los grupos de autodefensa, esto es, de particulares, el imperio de la ley. Pero eso no es ni puede ser motivo suficiente para abdicar a la responsabilidad institucional de poner un dique a la violencia y la barbarie.

El gobierno debería ser sensible a este reclamo, a este clamor. Tan dado a las encuestas, no le debe costar trabajo advertir que uno de los temas en que está reprobado es en materia de seguridad. La seguridad hace agua por todos. La violencia y la impunidad siguen sentando sus reales en todos los espacios de la vida pública, ahogando la voz ciudadana que desea paz, convivencia pacífica, tranquilidad y certeza de que uno podrá regresar a casa después de cada jornada.

AMLO y la Cumbre de las Américas.- Después de unos días en que el presidente alborotó la bitachera al anunciar que no acudiría a la Cumbre de las Américas, convocada para los días del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, California, el ruido ha bajado varios decibeles. El presidente nos tuvo a todos muy entretenidos, pero el asunto ha perdido interés a medida que se acerca la fecha. Aún no decide si asiste o no, pero lo que tenía que decir, sobre todo de cara a la galería, lo dijo ya. Faltaría saber si es el mismo discurso con Ken Salazar o con autoridades estadounidenses.

Lo cierto es que el presidente aprovechó la nueva circunstancia global. Los tradicionalmente sumisos gobiernos latinoamericanos se han vuelto levantiscos y México ha reciclado el discurso sobre la autodeterminación de los pueblos y la no intervención, en busca de un liderazgo regional en una América de dos velocidades. Encontró terreno fértil: Honduras, Bolivia, Argentina, en la misma línea, condicionaron su presencia a la invitación de todos, incluidos los dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Estos dijeron que no acudirían de ninguna manera, lo que liberaba al presidente mexicano de un compromiso moral contraído y de una exigencia inadmisible para quien hace las veces de anfitrión. No aprovechó la oportunidad y ahora tiene que seguir de frente con un discurso endurecido. Ya veremos las consecuencias.

Las elecciones del domingo 5 de junio.- Alea jacta est, dijo Julio César cuando cruzó el Rubicón con sus legiones en busca de las Galias. Para los partidos también la suerte está echada. No hay vuelta atrás. Lo que se hizo, se hizo. El campo de la disputa por el poder político está totalmente desequilibrado, y es muy probable que el resultado de las urnas este domingo refleje ese desequilibrio. Los más optimistas hablan de que las seis gubernaturas se repartirán por partes iguales entre los dos bloques partidistas. Los más pesimistas –que, por lo general, son optimistas bien informados— advierten que el resultado electoral será cuatro o cinco gubernaturas para Morena y aliados, y tan sólo una segura para la coalición PRI-PAN-PRD, mientras que Durango, donde tiene una muy leve ventaja, menor al margen de error de la encuesta, es una posibilidad. ¿Qué tan real o abstracta es esa posibilidad? Estamos a unos cuantos días de saberlo. ZP

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