VIDA Y LECTURA/ El teatro de Yasmina Reza

MARCELA ETERNOD ARÁMBURU

SemMéxico, Aguascalientes, Aguascalientes. En el creciente universo de escritoras francesas destacadas (precedido por figuras tan notables como Colette, Françoise Sagan, Marguerite Yourcenar, Germaine de Staël, Hélène Bessette, Simone de Beauvoir, Marguerite Duras y Dominique Aury, entre muchas otras), han ido colocándose nuevas escritoras que, con el paso del tiempo, van consolidando su estilo a la par que conquistan a nuevos lectores. Ese es el caso de Virginie Despentes, Amelie Nothomb, Muriel Barbery y Yasmina Reza, quizá la menos conocida.

Reza inició su vida profesional como actriz de teatro, combinando obras clásicas con teatro vanguardista y contemporáneo. Más tarde, gracias a la fluidez con la que dominaba el alemán y el inglés, hizo varias traducciones y escribió guiones para el cine con bastante éxito. Ya encarrerada, empezó a escribir teatro y novela con creciente aceptación. De hecho, en el año 2000 fue reconocida con uno de los más importantes premios de la Academia Francesa, el Gran Premio de Teatro.

“Conversaciones después de un entierro”, obra de teatro escrita en 1986 y estrenada en 1987, fue tan impactante y tan bien aceptada por el público francés que mereció recibir ese mismo año el Premio Moliere, uno de los reconocimientos teatrales más importantes en Francia. La obra tiene como contexto un entierro donde los hermanos Nathan, Edith y Alex se reúnen para despedir a su padre. También están presentes el tío Pierre, su esposa Julienne y la exesposa de Alex, Elisa, quien hará que en este triste encuentro familiar afloren todas las heridas del pasado, las cuentas pendientes, los rencores, las furias y, sobre todo, los secretos no tan bien guardados y sus implicaciones en las complejas relaciones familiares.

Recientemente (2023), Anagrama acaba de editar un libro con cinco de las renombradas obras de teatro de Yasmina Reza. El libro incluye “Arte”, “Tres versiones de la vida”, “Una comedia española”, “Un dios salvaje” y “Bella figura”. El elemento común de las obras de Reza es el giro que en un momento dado transforma una situación común, frecuente y en donde todos los involucrados se desenvuelven con soltura y siguiendo las pautas o los ‘guiones’ que ellos mismos han construido, asumido o representado para los otros y para ellos mismos, en situaciones que, por algún motivo, se salen de control y desencadenan un conjunto de tensiones, sentimientos y reproches que, sin duda, impactan a la audiencia y la lleva a reflexionar sobre sus propias emociones y la crueldad de las auto contenciones.

En el caso de “Arte”, el detonante del conflicto soterrado entre tres amigos con muchos años de sincera amistad es la compra de un cuadro blanco con apenas unas tenues líneas de otro blanco con alguna leve tonalidad de color. El exorbitante precio que Sergio ha pagado desata la ira de Marcos y azora a Iván que trata de mediar entre la insolencia de uno y el desprecio de otro, entre la descalificación y el enojo, en un ambiente de confrontación inexplicable para tres amigos que se reunieron para cenar.

“Tres versiones de la vida” juega con tres posibilidades en relación con un mismo suceso. Un investigador que tiene varios años sin publicar avances sobre su trabajo, cuya esposa lo padece y lo compadece, reciben la visita inesperada, por una equivocación de agenda, de quien puede impulsar su carrera académica, junto con su esposa. Tres versiones de un mismo suceso y en las tres lo que cambia es la actitud de los personajes.

“Una comedia española” es una comedia de enredos con dos actrices, hermanas, de prestigio desigual, y sus respectivas parejas a quienes acicatea suavemente una madre vieja pero enamorada de un viudo que pretende ser correcto. La rivalidad entre las hermanas y el alcoholismo y la pusilanimidad de sus parejas permiten la fluidez de la parodia teatral dentro del hartazgo de las relaciones familiares.

“Un dios salvaje” narra el inútil civilizado encuentro entre dos parejas tratando de resolver un conflicto infantil que terminó en una agresión directa con un palo que provocó que uno de ellos perdiera dos dientes. Dos parejas diferentes dialogando para buscar una imposible salida aceptable al problema debido a la creciente agresividad entre las dos parejas, pero también a la soterrada hostilidad entre cada pareja. A lo largo de la obra, la violencia irá ganando terreno y los personajes permitirán que aflore la peor versión de cada uno de ellos.

Por último, en “Bella figura”, Boris y Andrea, una pareja de amantes trasnochados discuten sobre su adultera relación plagada de reclamos, deberes, expectativas insatisfechas y culpas. Durante el desarrollo de la obra, afloran sin misericordia las miserias de los personajes, sus expectativas constantemente defraudadas, sus pequeñas vilezas, la futilidad de sus deseos, la incomprensión y la cobardía que los muestra como patéticos seres autodestructivos y superficiales.

En suma, leer este quinteto de obras de teatro de Yasmina Reza lleva a la lectora, al lector, a reflexionar sobre quienes somos cada uno de nosotros en realidad y sobre lo fácil o cómodo que resulta que cada persona se interprete a sí misma hasta la saciedad en el papel que ha ido modelando a lo largo de sus años de existencia, sin siquiera atreverse a preguntarse quién es en realidad.

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