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JOSÉ GARCÍA SÁNCHEZ
Movimiento Ciudadano cada día se parece más al viejo PRI, su origen oscuro y su discurso demagógico son sólo la punta de iceberg que los muestra similares.
A pesar de que, desde la derecha, se insiste en que Morena es lo mismo que el PRI, y tratan de comprobarlo con el pasado priista de varios de sus líderes, las semejanzas están en el otro lado.
Era lo mismo que sucede en un pueblo con una sola escuela primaria, todos debían estudiar ahí por ser la única. Cuando surgen los partidos políticos con registro, cada quien emigra al partido con el que mejor se identifica.
Sin embargo, MC se crea en el siglo pasado, cuando todavía el PRI era competitivo electoralmente, finales de los 90, el PRI todavía gobernaba el país pero ya había triunfado Fox en las urnas en agosto de 1999. Hasta para una analfabeta de la política se advertía claramente que sería lo mismo el PAN que el tricolor, y por eso se fundó ese partido a la sombra de las enseñanzas de Dante Delgado, quien desde entonces encabeza ese partido.
Así como el PRI fue fundado por el traidor de la Revolución Mexicana, Plutarco Elías Calles; así también Convergencia/Movimiento Ciudadano fue fundado por un presidiario. Dante Delgado fue acusado de varios delitos relacionados con la corrupción y salió libre por la prescripción del delito y no porque sea inocente.
Las clásicas expresiones de los corruptos que son descubiertos en sus actos vandálicos radica en la supuesta persecución política. Eso fue lo que argumentó mientras era acusado del desvío de 450 millones hacia su bolsillo, dinero con el que funda Convergencia. Un partido que tenía como paradigma el PRI, con Dante a la cabeza, alumno de personajes expertos en represión como Fernando Gutiérrez Barrios y cómplices como Santiago Oñate y Roque Villanueva, el modelo estaba listo para armar.
Ante la desgastante e inútil búsqueda de la ideología de Movimiento Ciudadano puede mostrarse que no es de izquierda ni de derecha sino un partido vetusto, con un discurso que pareciera que estamos escuchando a Fidel Velázquez.
Sólo Wikipedia se atreve a decir que es un partido de centroizquierda, al que se le perdió el centro y olvidó la izquierda.
Los dirigentes e integrantes de ese partido corresponden más al oportunismo que a la identificación del pensamiento político que debería caracterizarlo. Pero no hay más brújula política a que el arribismo.
Con más de un dirigente y posibles candidatos a cargos de elección popular, egresados de la cárcel, por delitos donde no resultan ni culpables ni inocentes sino señalados por delitos que ya prescribieron.
Movimiento Ciudadano es el viejo PRI, no sólo por su discurso o por el oportunismo de sus líderes y legisladores sino por su estructura que sólo tiene el objetivo de ganar elecciones, aunque en el poder no sabe qué hacer como lo ha demostrado Enrique Alfaro. Aunque también tiene dos cartas hundidas en el alcoholismo en Nuevo León, Samuel García y Colosio Riojas.
Esa es su batería de líderes que bien podrían ser sacrificados a la hora de impulsar traidores de otros partidos.
Las similitudes entre el viejo PRI y Movimiento Ciudadano aumentan, el estancamiento ideológico de su líder moral los vuelve anacrónico y la ignorancia política de sus principales cuadros los condena a la desaparición definitiva.
Movimiento Ciudadano es la nave nodriza a donde irán a pasar los últimos años de su vida los sobrevivientes del PRI y uno que otro traidor de otros partidos.
