*Luego de trascender la versión de que los dirigentes de la Sosa Nostra compraron al Partido del Trabajo (PT), candidaturas como la de Damián Sosa al Senado, el aspirante a la Cámara Alta, acudió a San Lázaro para, de manera por demás absurda, solicitar al gobierno de Hidalgo del estado, les permita participar en la cercana elección, como si se tratara de una oficina adjunta del INE; además, de forma inverosímil, el número dos del Grupo Universidad, da por sentado que el PT, se llevará carro completo el 2 de junio, cuando las encuestas lo ubican muy debajo de las preferencias, tras decidir ir solo a las urnas
ANTONIO ORTIGOZA VÁZQUEZ/ @ortigoza2010
Pachuca, Hidalgo/ Especial de Expediente Ultra. A los Sosa Castelán, los lloriqueos de cocodrilo en San Lázaro no les funcionan y, por el contrario, les resultan augurios de males mayores: recordemos que el 7 de marzo del 2019, el jefe político del Grupo Universidad, Gerardo Sosa Castelán, dio en la Cámara de Diputados una conferencia en su calidad de Presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), justo cuando se destapó la presunción de millonarios desvíos de recursos en la Máxima Casa de Estudios del Estado, en bancos del extranjero. El líder de la Sosa Nostra acabaría meses después tras las rejas.
Ahora, Damián Sosa toma la misma ruta para según el aspirante al Senado por el Partido del Trabajo (PT), pedirle al gobierno del Estado la “oportunidad de participar” en la cercana contienda electoral. “No le estamos pidiendo ni tampoco estamos comprando alguna concesión y mucho menos una candidatura; lo único que pedimos es que nos den oportunidad de ganar como tenemos previsto”, dijo el miembro de la Sosa Nostra en la sede camaril de San Lázaro,
Vayamos por partes: primero, ¿de dónde saca Damián Sosa que el gobierno de un Estado brinda oportunidades para participar en elecciones? Hasta donde se sabe, y el sentido común lo determina, esta decisión recae en el Instituto Nacional Electoral, y en caso especiales, en los institutos en la materia en las entidades federativas.
Segundo, asegura que en su grupo “no compran alguna concesión y menos candidaturas” y hasta se atreve a frotar su bola de cristal para decir que tienen previsto llevarse el carro completo el 2 de junio bajo las siglas del PT. Si es tanta la seguridad de triunfo y honestidad, ¿por qué acudir hasta San Lázaro a lloriquear como lo hizo su hermano antes de su detención, el 31 de agosto del 2020?
En su conferencia el segundo de abordo de la mafia universitaria en el Estado, deja entrever que en Morena no tuvieron la capacidad de analizar “quiénes son los mejores perfiles”, y con eso justifica al haberse ido al Partido del Trabajo.
¿Es en serio lo que plantea Sosa? A lo mejor busca que en la CDMX quienes no lo conocen se crean tal cuento de sus méritos y capacidades políticas no apreciados en Morena, porque en Hidalgo, todo lo saben de qué pie cojea, y solo un ingenuo comunicador se atrevería a inventarle un capital político y virtudes de las que sencillamente carece.
En su conferencia, Damián Sosa remachó una y otra vez, su versión de que el gobierno del Estado es quien está actuando en contra del PT, “que tengan el valor de ganarnos en las urnas”. Patético su posicionamiento porque suponiendo que su disparate fuera un poco creíble, los votos de todos los empleados y funcionarios públicos difícilmente determinarían el resultado de una elección donde participan miles y miles de ciudadanos.
Pero, ojo, como es su costumbre de evadir el bulto, nada habló sobre la presunción de entregar al PT 60 millones de pesos para permitirle participar, incluyendo en el paquete, sospechosamente, a miembros del Grupo Universidad.
Para Damián Sosa como a otros políticos con cuentas pendientes con la justicia, le urge como medio de sobrevivencia, llegar a un cargo de elección para tener fuero y poder evadir la acción de la ley. Recordemos que su grupo político y algunos personeros en el Congreso Local, ha querido etiquetar la falsa versión de que las averiguaciones en su contra son una persecución política, cuando en Hidalgo todos saben que los miembros de la “Sosa Nostra”, han manejado por décadas los presupuestos estatal y federal de la universidad pública, a su antojo y conveniencia.
El asunto sería más bien preguntarles a los dirigentes del PT, qué cualidades le vieron a Damián Sosa por encima de la de muchos otros distinguidos militantes. Con toda seguridad, la respuesta es: ninguna, pero con el poder del dinero, todo se puede.
Y ya de salida en nuestro comentario de hoy, es importante recalcar que si como señala Damián, van a llevarse el carro completo, ¿por qué dar tanta importancia a una supuesta intervención oficial? El Presidente López Obrador lo ha dicho en varias ocasiones: el pueblo pone y el pueblo quita. Y hasta donde se ve, en las encuestas yendo solo el PT resulta un actor político de muy bajo nivel.
El aspirante al Senado debe tener cuidado que la historia de su hermano Gerardo no se repita ahora que él acudió a San Lázaro a montar su show político. Gerardo fue a la Cámara de Diputados y meses después terminó tras las rejas. ¿Correrá la misma suerte Damián?… Es simple curiosidad, que conste.