PUNTALES/ Endeudados por siempre

>> Débito por habitante, mayor a  114 mil pesos

>> Paradoja anti carestía

>> Inflación seguirá despuntando

>> Créditos al alza, pero con cautela

AGUSTÍN VARGAS*. Tras un entorno económico mundial inflacionario e incierto, el Proyecto de Presupuesto de Egreso de la Federación de 2023, que se discutirá y tendrá que ser aprobado por la Cámara de Diputados en noviembre próximo, propone un costo de la deuda de 1.1 billones de pesos, cifra equivalente a 3.4% del PIB. No obstante, este monto se basa en estimaciones expuestas a riesgos financieros y económicos que pueden incrementar, más que disminuir, este monto.

El tema central de esta parte de la iniciativa de ley propuesta por el Ejecutivo Federal, es que honra a cabalidad (además de la galopante pobreza) una de las grandes y graves desigualdades sociales que enfrentamos todos los mexicanos: la deuda pér capita que sexenio tras sexenio nos han heredado los gobiernos en turno.

El paquete económico para 2023 contempla un gasto total de 8 billones 300 mil millones de pesos, pero los ingresos estimados son de 7 billones 123 mil millones de pesos, por lo que se recurre a deuda pública para cubrir el déficit de 1 billón 177 mil millones de pesos.

Estimaciones de diversos analistas y centros de investigación económica apuntan a que cada uno de los mexicanos llevará sobre sus hombros una creciente deuda, pues se proyecta que el débito por habitante es de 114 mil 574 pesos para 2022 y de 118 mil 208 pesos para 2023.

Las crecientes presiones en el gasto público y la constante disminución de personas en edades de trabajar, derivado de la transición demográfica, acentúan la importancia de realizar ajustes entre recaudación y compromisos ineludibles para satisfacer las necesidades presentes y futuras de la población.

El impacto de la tendencia alcista en las tasas de interés nacionales e internacionales, se ve reflejado en el costo financiero de la deuda, ya que se estima un incremento del 30% para 2023.

Este incremento sitúa al presupuesto del costo de la deuda en 1.1 billones de pesos o 3.4% del PIB. El principal crecimiento se observa en la deuda del Gobierno Federal (+38.0%) que se estima sea equivalente a 2.7% del PIB. No obstante, este monto se basa en un entorno macroeconómico incierto y en supuestos optimistas.

En caso de observarse una situación macroeconómica más adversa a la estimada, este costo financiero puede incrementar y provocar reasignaciones presupuestarias en otras áreas de gasto, al ser un rubro ineludible.

Los analistas insisten en que la política de deuda pública para el periodo 2023-2028 no es realista, con base en los retos que representan la transición demográfica y la creciente demanda presupuestal por pensiones, costo financiero de la deuda y gasto federalizado. Dadas las presiones que genera, tampoco es responsable con las futuras generaciones.

Ante un escenario con más adultos mayores, mayor pobreza, menos trabajadores, un creciente saldo y costo financiero de la deuda e ingresos petroleros comprometidos, la inequidad intergeneracional sigue pendiente de resolverse.

Paradoja anti carestía

El pasado lunes 3 de octubre, en pleno anuncio de la nueva versión del plan antiinflacionario del gobierno lopezobradorista que busca una reducción de 8% en los precios de 24 productos que conforman la canasta básica, el Banco de México dio a conocer los resultados de septiembre de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado.

Y vaya paradoja. Mientras el gobierno y los 16 empresarios convocados por aquél en su cruzada antiinflacionaria, Banxico reveló que analistas privados siguen escépticos, pues anticipan que la inflación general y subyacente alcanzará un nivel de 8.44% y 8.08%, respectivamente, al cierre del año, 31 y 41 puntos base mayores respecto a la encuesta de agosto.

Para 2023, aumentaron el pronóstico de inflación general a 4.76% (desde 4.66%) y el de la subyacente a 4.69% desde 4.44%. Los analistas ahora proyectan una tasa de política monetaria (tasa de interés) de 10.25% al cierre de este año y de 9.75% al final de 2023.

Con relación a la actividad económica, el consenso de los analistas estima un crecimiento del PIB de 2.0% para 2022 desde 1.9% previo y una menor variación para 2023, de 1.20% desde 1.36% hace un mes.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y empresarios firmaron el pasado lunes un nuevo acuerdo en contra de la inflación y la carestía en donde buscan que los 24 productos que forman parte de canasta básica tenga una reducción del 8%. Los 24 productos de la canasta básica tienen un costo de mil 129 pesos, por lo que se busca bajarlo a mil 39 pesos.

Entre otras cosas, el Gobierno Federal otorgará una licencia universal para que se exima a las empresas de trámites y permisos sanitarios y fitosanitarios, también del impuesto general de importación de alimentos o insumos para la elaboración de sus productos.

En la vigencia del acuerdo suspenderán la revisión y trámites que hace que la importación entre los alimentos se encarezca.

Se controlará la política de precios del combustible y se congelará hasta el 28 de febrero de 2024 el precio del Fonadin y Capufe que es el costo de las casetas en las autopistas del país.

Las empresas que producen el maíz para la tortilla se comprometieron a no aumentar sus precios para que el precio promedio sea un 3% menor al actual.

¡¡¡ Vaya descuento !!!

Créditos con cautela

De acuerdo con el más reciente reporte, el crédito de la banca comercial al sector privado en julio cerró con un saldo de 5,215.0 miles de millones de pesos (mmdp), un crecimiento nominal anual de +12.4%; su tercer máximo histórico del año y el avance más alto desde junio 2018. En la comparativa mensual, la cartera incrementó +0.9%, en 44.4 mmdp.

Los créditos al consumo, que representan el 21.7% del total, siguieron mostrando fuertes incrementos debido a la reactivación del país. El cambio registrado fue de +15.4%, el avance más importante en casi diez años. Mes a mes, se colocaron 17.0 mil mdp en nuevos créditos. Sin embargo, la alta inflación y las expectativas de recesión se reflejaron en la confianza del consumidor, cayendo a niveles de marzo 2021.

Casi todos los subsegmentos incrementaron en doble digito, siendo los más beneficiados: adquisiciones de bienes muebles (+43.2%), otros (+23.1%), personales (+17.0%), tarjeta de crédito (+16.4%) y nómina (+15.4%). El crédito automotriz avanzó +4.7%.

Los créditos a la vivienda representaron el 22.3% de la cartera vigente y avanzaron 11.9% en julio. Los créditos residenciales subieron +12.7% debido a la fuerte demanda de hogares y el fácil acceso a hipotecas. Ese mes, se colocaron $11.0 mil mdp en préstamos residenciales.

Se prevé menor crecimiento de la cartera derivado de los elevados costos financieros, vivienda más cara y menor demanda por distorsiones económicas.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx

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