PULSO/ Póker femenino

EDUARDO MERAZ. Ante la inutilidad de la estrategia seguida hasta el momento para no hablar del conflicto de interés que involucra a su primogénito, el presidente sin nombre y sin estatua ha decidido mejor destinar sus baterías hacia el sector femenino, en un acto lleno de valentía.

Denise Dresser, Carmen Aristegui, María Amparo Casar y Margarita Zavala son el nuevo blanco de la ofensiva del oficialismo, lo que bien a bien podría considerarse como violencia de género.

A las tres primeras, las ubica dentro del grupo conservador, del sector mercenario que quiere dañar su proyecto transformador, sin reparar que sus obras fallidas y su incontinencia verbal lo han conducido al lamentable estado en que se encuentra su mandato, donde los resultados brillan por su ausencia.

A la ex candidata presidencial y actual diputada, Margarita Zavala, se le quiere revivir el caso de la Guardería ABC, bajo acusaciones de tráfico de influencias y presión a juzgadores para salvar a integrantes de su familia.

Queda así demostrado que el huésped temporal del “Palacio del Bienestar” no parará en mientes, a fin de evitar que el asunto de la llamada “casa gris” se convierta en el “Waterloo” de su administración o -en el mejor de los casos-, se le equipare al de la “casa blanca” de Enrique Peña Nieto.

Los más recientes sondeos sobre la popularidad del mandatario innombrable, muestra un declive constante, situación que no puede soportar el ego de quien dicen sus panegiristas, encarna a la nación, a la patria y al pueblo.

Como su belicosidad hacia este póker de reconocidas y distinguidas mujeres, que le han ripostado con gallardía, es poco probable salga con rendimientos, recordó que envolverse en el manto del nacionalismo siempre le ha permitido ganar puntos.

Por eso, ante las inquietudes de las autoridades norteamericanas por los recientes asesinatos de periodistas en México, que ven con preocupación esta escalada hacia la prensa, el presidente sin nombre ofende a las autoridades por actuar “de mala fe”.

En busca del aplauso de sus huestes, el ejecutivo mexicano señala que tales muertes “no son crímenes de Estado”, con lo cual hace suyos los refranes populares que rezan de la siguiente manera: “aclaración no pedida, acusación manifiesta” o “quien se excusa, se acusa”.

Si con estas actitudes machistas hacia las mujeres y valentonas ante funcionarios del gobierno de Estados Unidos cree que saldrá bien librado y recuperar los bonos perdidos, parece demasiado iluso, sobre todo porque tiene frente así escenarios bastante complicados en materia económica y política.

Con tantos frentes abiertos, el cuatroteísmo en su conjunto está “embriscado”, conforme se acercan las fechas de la revocación de mandato y de las elecciones en seis estados que, por lo visto hasta ahora, mostrarán que las preferencias electorales de 2018, fueron un momento excepcional y no una tendencia sólida.

El escarceo con las periodistas, escritoras y políticas sólo exhiben debilidad y la intentona presidencial de amarrarse el dedo antes de cortárselo, ante la posibilidad de que aparezcan nuevas revelaciones sobre “aportaciones” que han beneficiado a la familia presidencial y a la clase gobernante.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

Los grandes empresarios, productores y consumidores de electricidad hicieron el vacío al foro organizado por la Cámara de Diputados, de este miércoles. La ausencia, que se tomó como un desdén a los representantes populares, por lo visto en la sesión de este día, se habría convertido en una cena de negros.

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