POR LA CUARTA/ Tusa: desamor a la colombiana

ENRIQUETA BURELO MELGAR (SemMéxico, Chiapas). En los 60s, años de amores adolescentes, más platónicos que nada, o de manita sudada, en las vacaciones que siempre pasaba en mi patria chica Arriaga, un poblado situado en la entrada o salida a Chiapas, según donde se mire, soñábamos con tener un amor, de esos amores perros para poder llevar serenata y cantarles: La Chancla, y entrenábamos para ello, aunque nadie tenía bonita voz, eran más aullidos que nada:

Nomás un orgullo tengo

Que a naiden le sé rogar, ¡ay!

Que la chancla que yo tiro

No la vuelvo a levantar

Siempre me quedé con las ganas de tener un amor tormentoso, para poder cantar, con todo el dolor del alma esas canciones fruto del talento de José Alfredo Jiménez, Pepe Aguilar, lo más que me acerqué al tema de las traiciones, fue un beso fugaz con un amor platónico de la universidad y como a los 15 días ya tenía novia, ni fue pa tanto.

Además, entre Los Beatles, Santana, Mocedades, Sergio Méndez, Los Tres Ases, Juan Gabriel, y ayudando a Carmen a encontrar su cadenita, me olvidé un poco de estas canciones de amor y desamor.

La mamá de una amiga cuando oía la estrofa de la canción de Mocedades, Tómame o Déjame que decía: No tienes por qué inventar. Pues tu ropa huele a leño de otro hogar, ella decía que lo agarraba a leñazos y lo corría de su casa.

Buena parte de las infidelidades pasaban en secreto, el consuelo, el hombre es por naturaleza infiel, no puede cambiar, tu eres la catedral, ellas son las capillitas, en ocasiones tronaba la situación, porque el hombre pedía el divorcio o tenía una doble familia, con casa chica y todo lo demás, se hablaba de la casa chica, la de la amante, aunque está fuera en el Campestre, con alberca, jacuzzi y todo lo demás.

Y, por si fuera poco, las amigas, las consolaban diciéndole, no te preocupes, ya se le pasara o tal vez, con recomendaciones como arréglate, ve al salón de belleza, adelgaza, pocas le decían, confróntalo, sepárate, o la terrible palabra: divórciate.

Y aparece Lupita D´Alessio,  primero con un cover del Festival de San Remo, Mi Corazón es un Gitano, derramando miel y con cara de “yo no fui”, madre y esposa ejemplar, hasta que llega Carlos Reynoso, medio campista del América y mete gol, romance de escándalo para la época, imagínense el juez que divorcia a Lupita, le da sin pensarlo dos veces la custodia completa al esposo, y es entonces cuando la leona despierta, y nos deleita con todas esas canciones como Inocente Pobre Amiga, y la ruptura, antes que Shakira, nuestra heroína le dedica un estrofas al infiel futbolista: “Ese hombre que tú ves ahí, que aparenta ser divino, tan afable y efusivo, solo sabe hacer sufrir… Es un gran necio, un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso vanidoso, inconsciente y presumido, falso, enano y rencoroso que no tiene corazón”. Y surge Mentiras, una canción dedicada al futbolista:

Ven, si eres hombre ven a verme y háblame

Cara a cara, frente a frente, dímelo

Un cobarde y mentiroso como tú

Sin valor, sin dignidad

Desafortunadamente, mi querida Lupita, no tenía la proyección internacional de Shakira, ni existían las redes sociales, sin embargo, a nivel latinoamericano, rompió estereotipos, canciones, que hasta el momento pertenecían a José Alfredo Jiménez y Cía., las hizo suyas y sus discos se vendieron como arroz.

Mientras tanto pasamos un proceso de deconstrucción arrullado por Nina Simon, J Areta Franklin, Santana, Tito Puente, Pepe Arévalo y sus mulatos pero siempre Carmen buscando su cadenita, nos volvimos feministas, participamos en marchas, protestas, denuncias, algunas nos convertimos en madres nos divorciamos y hasta nos jubilamos del trabajo, pero no de la vida.

Y aparece Shakira con ese acento tan peculiar de voz y se va pa arriba hace dúo con Jennifer López, las primeras latinas en participar en un medio tiempo en un Super Bowl, matrimonio ejemplar de 12 años, con un futbolista famoso, que tendrán los futbolistas, me pregunto  y la infidelidad, la ruptura y ante la adversidad una oportunidad: Cincuenta millones de personas atentas a cada estrofa de la canción se tradujo en un terremoto por las redes sociales. Cincuenta millones de personas reaccionando, cada una a su manera, lo que generó una corriente de opinión diversa y, sobre todo, original.

Por ello, Noor Ammar Lamarty, reconocida activista jurídica, se lanzó en contra de las frases machistas de Shakira en su nueva canción. Mencionó que Shakira cosifica a Clara Chía y a sí misma con comparaciones de quién es mejor y la premisa de que la cambiaron.

Otras que le faltó sororidad hacia Clara Chia, perdón, la sororidad es amistad, es complicidad entre mujeres, en el terreno político, en el amoroso, sálvese quien pueda.

Se le criticó que debió quedarse callada, en especial por sus hijos, que mala madre, y bueno hombres y mujeres se dieron gusto opinando y todo porque era una mujer.

El machismo está presente en la industria musical justo porque es un reflejo y al mismo tiempo un mecanismo de reproducción de todos estos mecanismos de discriminación, y en algunos casos de violencia.

Tal como hemos señalado, en su mayoría son hombres quienes componen y cantan estas canciones de despecho porque los dejaron plantados, y algunos de ellas se pasan de v….diría, como el caso de Jorge Martínez Guevara, exvocalista de Reyli, quien cuenta: En mi caso, cuando me ocurrió aquel cuerno bien pintado, pues gracias a dios tenía a lado mío una guitarra, pluma y papel, y así fue como nació La Planta: “entre tanto ramerio, ya te apodamos, la ramera” o “y que un solo jardinero, recoja el fruto, no como tú que ya estabas recogida”; una auténtica demostración de machismo soez.

En la letra de la canción Shakira rapea la siguiente estrofa: “Cambiaste un Ferrari por un Twingo, cambiaste un Rolex por un Casio”. La metáfora es obvia: el Ferrari, un coche de lujo, y el Rolex, un reloj que no está al alcance de todos, se representan como la calidad que desprestigia al Twingo -un modelo de Renault- y al Casio, marcas que se puede permitir el común de los mortales. Tal fue la repercusión de la frase que, el día del estreno, las cuatro palabras se posicionaban como trending topics en Twitter.

Ahora ya todas sabemos que un Twingo es un coche de la Renault, que el reloj Casio tiene computadora y el Rolex no, creo que Shakira les debe cobrar regalías a estas marcas por hacerlas famosas.

La frase matona que ya la hubiera querida firmar Marta Lamas o Marcela Lagarde “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”. Esta afirmación causó que varias personas opinaran que la estrella mundial era una férrea feminista.

Y qué manera de facturar treinta y dos horas después del lanzamiento del tercer hit, Shakira habría ganado con su trilogía del desamor unos 28 millones de euros, según la agencia Findasense, es decir, que, al cierre del primer trimestre de 2023, estaría generando alrededor de unos 43 millones de euros, solo en las plataformas digitales. Spotify aportaría un 83.77 % de este ingreso, mientras que YouTube el 16.23 % restante.

Para concluir, estas reflexiones sobre la tusa, me quedó con dos opiniones:

La psicóloga y feminista Dani Nemirovsky defendió en Instagram a Shakira ante los comentarios que señalan preocupación por su salud mental, específicamente a uno de los más comunes que señala: “Shakira necesita terapia”.

“Convertir el dolor en arte es, en sí mismo, terapéutico”, escribió la psicóloga. “Por otro lado esta reacción se apoya en el estereotipo machista de la mujer loca despechada o que es demasiado emocional ¿De un hombre diríamos lo mismo?”, analizó Nemirovsky.

Y coincido con la frase de Mayra Boone psicóloga:

Y si te duele, conviértelo en música, en una pintura…en libro, en danza, en abrazos en llanto…

Pero nunca permitas que el dolor se quede dentro.

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