Cuerpas Gordas: “no te odies, aunque exista toda esa violencia que busca que lo hagas”
ENRIQUETA BURELO MELGAR (SemMéxico. Chiapas). Disculpen mis queridas lectoras y escasos lectores que insista sobre el tema, de seguro algunas al ver mis fotos, dirán escribe así por envidia, porque no está delgada, porque no se hace el bypass o una operación para levantarse los senos o la autoestima, que la debe tener un poco caída.
Fíjense compañeras que en mis años mozos, tenía una cuerpecita, que levantaba suspiros y otras partes del organismo masculino, me decían: la Sepultura (un cerro que hay que atravesar para ir a mi pueblo, Arriaga), por mis curvas y porque muchos corazones quedaron sepultados ahí, el paso de los años, el embarazo, la vida sedentaria, ya que prefiero un libro a hacer ejercicio, y ponerme en manos de un cirujano, pues le pienso, prefiero ponerme en manos de una terapeuta y aceptarme con mis estrías, michelines, se oye mejor que llantas, recovecos, manchas, y curvas bien distribuidas, porque las tocan quien yo quiero.
Hoy me asusta observar las inseguridades de jóvenes a quienes les sobra un kilo, o dicen que tiene brazos de boxeador, y no se ponen manga corta, recién me compre, en las pacas por supuesto un vestido sin manga, que luciré en un ejercicio de humildad y de activismo gordo.
Confieso, aparte que he vivido que he hecho críticas a compañeras con vestidos ceñidos que se pegan a todas nuestras prominencias, o demasiado corto, lo cual pasa por varias razones, tenemos nuestra autoestima muy alta y nos vale, engordamos y no tenemos paga para renovar nuestro outfit , ni con las pacas, no tienen una mamá como la mía, que era mi superyo y me revisaba al salir si cumplía con las normas del Manual de Carreño, prometo no volver a criticar en una actitud de empatía y sororidad, y recordaré siempre la frase de una canción de CriCri “el comal , le dijo a la olla”.
Un día vi una foto mía, con un vestido que me ponía por primera vez y dije que rodillas, que son de las partes más feas de nuestro cuerpo, pero estas rodillas me han sostenido 67 años y pues si que son de presumir, aunque necesito tomar alga silicio, un producto de Blen que yo vendo y que a mi amiga Martita le cae de perlas, para fortalecer esta parte de la anatomía, que, junto con nuestros pies, son quienes pueden criticar nuestro peso, no hablan, pero responden de otras maneras.
¿Cuántas veces te has limitado a ponerte un traje de baño o lencería sexy por no tener un cuerpo perfecto?} Isabella Davis, una modelo, reconoce que no es fácil procesar el “amor propio” que tanto pulula en redes, sin embargo, es posible. A través de meditación y reflexión, se dio cuenta que era ilusorio perseguir el cuerpo perfecto, las curvas, estrías y celulitis son aspectos normales de un cuerpo. Por lo que se dedicó a promover el body positive en redes sociales, ahora cuenta con más de 211 mil seguidores en Instagram.
Según activistas gordas, el body positive sostiene un discurso individualista donde el amor propio y la aceptación de la cuerpa quedan por encima de todo lo que sucede en la colectividad, por ello, la persona es quien carga con la responsabilidad de “sentirse bien” sin cuestionar el sistema que existe a su alrededor y por el que está siendo discriminada y rechazada.
El body positive plantea “amate como sea, aunque todo indique que no te podés amar”, mientras que el activismo gordo busca visibilizar y reconocer el cuerpo y decirte “no te odies, aunque exista toda esa violencia que busca que lo hagas”. Considero que ambos mensajes son importantes, el body positive, puede ser un primer paso para posteriormente cuestionar el sistema.
Las conductas gordofóbicas no solo son aquellas que rechazan abiertamente a las personas con sobrepeso. También es gordofobia pensar que las personas gordas están gordas porque quieren, o porque no tienen suficiente autoestima. Gordofobia es creer que las personas gordas no hacen deporte, o mirarlas con pena por creerles inferiores. Todas estas conductas surgen por la presión social de seguir ciertos cánones de belleza y al pensar que las cuerpas delgadas son sinónimo de salud y buena calidad de vida.
Escribirlo suena fácil, vivirlo es otro rollo, convoco a todas las flacas, sobre todo a las flacas feministas, a no sumarse a los pactos patriarcales, entender que si sos flacas o gorda, se debe a diversas razones, en ocasiones no comprensibles a quienes no somos sensibles y no nos gusta ponernos los zapatos de otras. Así como hay lentes violetas, hay lentes gordas desde las cuales hay que observar a nuestras compañeras.
Y que más mensaje o moraleja, que las que nos cantan los del Río: Dale a tu cuerpo alegría Macarena
Que tu cuerpo es pa’ darle alegría y cosa buena
Dale a tu cuerpo alegría, Macarena
¡Hey Macarena!, ¡ay!