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MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS. «No acepto, bajo ninguna circunstancia, que miembros de mi familia hagan gestiones, trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno en su beneficio o a favor de sus ‘recomendados'».
Andrés Manuel López Obrador, 13 junio 2019.
El colega Carlos Loret revive y documenta un tema que en este espacio hemos señalado, es de reconocer que Loret y su equipo se fueron hasta la cocina.
Andrés López Beltrán es, no solo el hijo del presidente, sino uno de los personajes con mayor influencia en el gobierno, es el dealer laboral, el de los contactos, «Andy» es el picaporte, el que maneja una área de «inteligencia» (opera una oficina a lado de su poderoso padre dedicada a tareas de espionaje y se apoya en un equipo de siniestros personajes cubanos y venezolanos).
Andy, amigo de Claudia y quién en corto asegura que después de ella, vendrá la presidencia para él, quien, también insiste, es el verdadero heredero del testamento político anunciado hace poco más de un año por su padre.
La suerte de ser amigos de Andy llevó a Alejandro Castro Jiménez Labora, Santiago Jiménez Labora Prieto y Diego Jiménez Labora Prieto, a la realizar negocios hasta por más de cien millones de pesos… Andy es la mano que les abrió los negocios en el fallido aeropuerto de Texcoco, ¿no acaso López Obrador lo cerró por ser un negocio de corruptos? Pues si hijo y cuates que le acompañan han hecho su agosto, y no solo ahí, SEDATU, CONAGUA, más lo que se acumule . ¿Son distintos a los de antes? Estos no solo son corruptos, sino cínicos, burdos y representan a una clase privilegiada que surge de la misma mesa en que come el presidente, la de su familia. José Ramón López Beltrán y su casa gris ya había mostrado de qué tamaño era su mordida, ahora el prepotente Andy… y conforme avancen los días, más de este tipo de revelaciones surgirán, pues es imposible ocultar el hambre por el dinero que tiene este clan de los López Beltrán.
¿A quién va a acusar ahora el presidente? ¿Cree que el dinero que regala en los programas sociales matizaran los actos de corrupción que los suyos practican? ¿De qué se va a enfermar ahora señor presidente para evitar que se hable de los negocios de su hijo Andy?
Por cierto, y sin que sean dos temas distintos ,¿ ya supo que la DEA, en voz de su directora señal que los «chapitos » han acumulado miles de millones de dólares y un poder de operación descomunal en el mundo? Los juniors Guzmán crecieron no por golpes de suerte, sino por la mano protectora que los bendice desde los rumbos del zócalo.
¿Quién dijo que los hijos no podían superar a sus padres?
Dos ejemplos de exitoso emprendurismo son los chapitos y los López Beltrán. ¿Dígame si no?
Y lo peor es que esta historia no termina, pues aún falta mucho de que enterarse.
