PICOTAZO POLÍTICO/ El jaguar en extinción

MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS

Como chiapaneco residente en la gran cdmx, me llena de gusto que uno de los de allá, de nuestra tierra llegue las ramas más altas del ahuehuete nacional. Lo sé, el ejercicio del análisis político tiene que ser frío, lo más apegado a la objetividad. Pero me tomaré licencia para mencionar a alguien al cual hay que ponerle atención, Eduardo Ramírez Aguilar es, ha sido, una referencia bien calificada, construido desde abajo, vendía en la vía pública, hijo de comerciantes, estudiante machetero, de los que no sueltan los libros y terco, muy terco con sus objetivos, es que ha hecho de la política un campo visible para lo imposible. De haber sido presidente municipal en Comitán de Domínguez hasta presidente de la mesa directiva del senado y desde ayer, ocupar la cabecera de la mesa más importante del senado, la de la junta de coordinación política, ni más, ni menos… es la catedral en que los cardenales que buscan el papado de las gubernaturas o la silla más importante del país, la presidencia de México operan.

Conozco a Eduardo, y lo que él está alcanzando es producto de su esfuerzo, nada regalado, pues hasta lo que se hereda lo toma porque tiene los méritos para ser depositario y ello es una virtud en política.

El senador, muy querido en Chiapas tuerce las leyes que dicen que hay que venderle el alma a alguien para llegar tan rápido, solo que para quienes no lo conozcan, les decimos que él SÍ escribe sus libros, que posee una adicción por el estudio de las leyes, que se asoma a la historia y ayuda a entenderla desde las teorías del federalismo o del centralismo, según sea el capítulo en el que esté metido… los alumnos de derecho de la UNAM lo califican bien.

Allá, en Chiapas se le adopta como uno del pueblo, si es con pescadores, trabaja con ellos, con campesinos, a tomar la coa y a desmontar parcelas, si es con maestros, el diálogo es entre iguales, deportista, ya sea en un gimnasio de barrio o trotando entre los bosques de los altos de Chiapas, es pues, un tiempo sin arrogancia, aterrizado, de los que no exigen que le digan doctor, aunque tenga títulos colgados en su casa .

El nuevo líder de morena en el senado es un fenómeno que no se detendrá, Chiapas ya se asoma y en Chiapas lo quieren, creo que ese romance es justo. Estoy seguro que la fuerza del Jaguar es la que recuperará la magia de un estado selva.

Eduardo Ramírez, es un buen amigo, pero me da más gusto que sea sencillo, inteligente, con hambre de conocimiento y del mismo terruño de los que sabemos lo que es venir desde lejos para gritarle al mundo que es un orgullo ser de Chiapas…y sí, querido Eduardo, te estaremos observando, calificando, pero sin mezquindades, apoyando para que uno de los nuestros siga hasta la cumbre de las decisiones… tú sabes cuál.

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