La Maternidad es una Opción, no un Destino Ineludible para las mujeres
GUADALUPE RAMOS PONCE* (SemMéxico, Guadalajara, Jalisco). La maternidad es una opción entre muchas, no un destino ineludible y mucho menos una obligación para las mujeres.
Como cada año, cuando comienza el mes de mayo, comienza también el bombardeo comercial respecto de la maternidad, los anuncios de televisión y comerciales, repiten las frases que exaltan la maternidad como “lo mejor de la vida es ser madre”, “el amor de una madre es un motor de vida” “ya estoy realizada como mujer, ya soy madre”, etc., De hecho, a las niñas se les prepara a través de los juegos y juguetes para este rol que le diseña el destino para ser madre en un futuro.
Pareciera un destino ineludible el ser mamá; por eso cuando una mujer se plantea la posibilidad de “tener o no hijos”, cuando decide no tenerlos o aplazar la maternidad, en algunos contextos sociales, se les califica como egoístas o “desnaturalizadas”, precisamente al considerar “natural” la maternidad como destino en toda niña o mujer. Se ve la maternidad como el éxito de lo femenino, como si la feminidad de alguien estuviera calificada por la procreación y por el paradigma de si es o no una “buena mamá”. Por supuesto que en este paradigma se encuentra el sacrificio personal de las mujeres para dejar todo en la vida, metas profesionales y personales para dedicarse por completo a cumplir con el rol de la maternidad, tal como lo hicieron nuestras madres y abuelas, a las que no se les permitió otra opción distinta a la maternidad.
Para las mujeres que han estado frente a la disyuntiva de tener hijos y poner su carrera como una prioridad, tienen que padecer la presión social que constantemente pregunta “¿pero por qué no vas a tener hijos? Te vas a arrepentir y estarás sola en el mundo”. Como si los hijos tuvieran la responsabilidad de cargar con la felicidad de sus padres, especialmente de las mujeres.
Es tiempo de reflexionar con las niñas y jóvenes mujeres, sobre las posibilidades de desarrollo que tienen en la vida, más allá de la maternidad. Y, sobre todo, de que la maternidad absolutamente siempre tiene que ser elegida. Y la posibilidad en todo momento de tomar decisiones sobre su cuerpo y sobre su vida para tener o no hijos.
La maternidad nunca tiene que ser impuesta ni obligatoria. Las mujeres que deciden no maternar, no tener hijos o interrumpir sus embarazos, no son menos mujeres, que cualquier otra que decide que la maternidad es una opción en su vida.
Mi reconocimiento en este mes de mayo a las mujeres que eligieron ser mamás y a las que eligieron no serlo también. Felicidades a las que, sin ser madres biológicas, se convirtieron en mamás elegidas. Felicidades a quienes viven maternidades compartidas con madres, abuelas, tías, amigas, hermanas, primas y cuanta mujer sororaria se acerca en sus vidas.
Abrazo especialmente a las madres que luchan por la justicia, a las madres que buscan a sus hijas e hijos desaparecidos y a todas aquellas que buscan verdad y justicia tras el feminicidio de sus hijas.
Vicecoordinadora de CLADEM en México, Investigadora de la UdeG.
@dralupitaramosp; [email protected]; www.cladem.org