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TERESA VALDÉS BETANCOURT
SemMéxico, Colima, Colima. Para fomentar desde la temprana edad, la adopción de hábitos saludables y promover la conciencia sobre la prevención de esta epidemia del siglo XXI, se organizó Segundo Foro sobre la obesidad infantil, auspiciado por los CENDI Tierra y Libertad de Colima, donde se presentó el libro Obesidad infantil. Aspectos actuales. Consideraciones de los centros infantiles de la Dra. Tamara Díaz Lorenzo y el Dr. Regino Piñeiro Lamas.
Después del saludo en el Centro de Convenciones de Colima, de la Maestra Raquel Torres Pinto directora general de Centros de Desarrollo Infantil CENDI se presentaron las ponencias de Medicina, Psicología, Pedagogía, en Ciencias sociales y políticas, con profesionales que aportaron valiosos datos y argumentaron necesarias propuestas.
Considerado un tema de salud pública, porque México con 36% se presenta como segundo país con mayor índice de obesidad poblacional en mayores de 15 años de edad que sufren de obesidad, por debajo de Estados Unidos con 42,8%, según los datos publicados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Se mostraron datos que reclaman atención urgente y demuestran la presencia de la enfermedad, porque México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, en las edades más tempranas, y se considera como una enfermedad crónica identificada por el exceso de grasa en el organismo, cuando el niño o niña presenta un sobrepeso mayor al 20% del ideal según su edad.
Las ponencias abordaron desde diferentes ángulos de este asunto que reclaman especial atención, porque la obesidad hay que prevenirla ya que su tratamiento resulta muy complejo y desalentador.
Las niñas y niños obesos presentan problemas en la esfera cognitiva, falta de atención, pérdida de autoestima, conducen a la depresión, y padecen Bulling por su mayor masa corporal que disminuye su capacidad de movimiento y evidencia como la obesidad se asocia a la pobre calidad del sueño que disminuye la memoria, afecta el conocimiento y la calidad del aprendizaje.
Además de las conocidas causas nutritivas de comer grasas saturadas y azucares, se complica en casos de menores de 5 años, sin tradición de consumir frutas ni verduras.
Así emergen otros factores socioculturales, relacionados con la obesidad infantil porque a nivel social, no existe una conciencia de la gravedad de esta enfermedad, que también significa un proceso costoso en salud, porque influyen factores genéticos, ambientales y psicológicos, que conducen y proporcionan este lamentable incremento que se presenta desde bebés.
Se alertó sobre la necesidad de evitar estereotipos, prejuicios y opiniones que conducen a bajar la autoestima y crear problemas conductuales, emocionales y afectivos en los menores.
La política pública ha sido lenta en poner las acciones necesarias para combatir la obesidad en todas las edades porque se sabe que la obesidad desde el 2008, está considerada como peligrosa epidemia.
Sin olvidar que aún estamos en proceso post pandemia, y todavía se presentan en niñas, niños y adolescentes complicaciones que incrementaron las enfermedades psicológicas, de diabetes y otras consecuencias renales que solo se veían en personas adultas.
Se analizó como comer resulta un acto simbólico que va más allá de reponer nutrientes, y se necesita insistir en la producción de los alimentos, la distribución, manera de cocinar para evitar de alimentos ultra procesados.
Se argumentaron índices que pueden alertar a las familias del incremento de peso, remodelar la conducta, cuándo se debe cocinar y comer, para evitar consumir alimentos en momentos de estrés o en situaciones de violencias o discusiones.
El Segundo Foro organizado por la dirección de CENDI en el estado de Colima reclamó la atención a este problema, al exponer las experiencias acumuladas para la prevención y tratamiento que se deben cumplimentar con su población infantil desde los primeros mil días de vida.
La obesidad infantil necesita ser visible como problema de salud, para prevenirla. Urge divulgar la importancia de educación en padres y madres de familias, personas docentes, médico, de enfermería, de nutrición, de trabajo social, en los medios de comunicación y muy especialmente en el seno familiar.
@Letra Clara
