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Elvira Gomezturja
Ciudad de México, 02 de abril (entresemana.mx). El internet y las redes sociales han sido un descubrimiento maravilloso. Conexión a distancia, inmediatez en el envío de mensajes, información al alcance de la mano; todo 24 por 365. Un mundo alucinante, que solo nos asombra a unos cuántos, porque conocemos lo que significa carecer de ella.
Sin embargo, me agobia la cantidad de odio, animadversión, crítica destructiva, comentarios insanos, ignorancia de los temas tratados, opiniones sin fundamento, linchamiento, que un post puede generar. Me deja pasmada la superficialidad y rapidez con la que se opina. Millones se erigen en jueces sin conocer a la persona, el fondo de un post, y escudados en el anonimato, escupen comentarios verdaderamente ofensivos. Como si estos opinologos, que surgen de la nada, tuvieran la autoridad moral para sentirse jueces, como si no tuvieran cola que les pisen y fueran impolutos. Rebaño de doble moralina. Me dan pena.
El 22 de marzo dejó este mundo la actriz Rebecca Jones (1957). Fue una partida inesperada. Suponía yo, y muchos más, que se había recuperado de un cáncer de ovario o por lo menos estaba en remisión. Desgraciadamente no fue así.
Rebecca, en una última entrevista con Javier Poza, se escuchaba positiva, echada pa’delante, con proyectos de trabajo a mediano plazo. Estábamos equivocados. La entrevista se realizó el 8 de marzo y el 22 se anunciaba su deceso.
Hubo muchos posts de sus compañeros del medio artístico en diferentes redes. El que levantó ámpula y despertó a los haters más amargos fue el que subió Ari Telch.
El actor subió una foto de una escena de la telenovela Imperio de Cristal (1995) producida por Carlos Sotomayor.
Actuaban La Jones, Telch, Ignacio López Tarso, María Rubio, Aarón Hernán, Adriana Barraza, Emilia Carranza y muchos actores más de primera línea.
En la foto se ve una escena sugerente entre los personajes de la telenovela Sofía Vidal (Rebecca Jones) y Julio Lombardo (Ari Telch). Ella se ve espectacular y él también.
Esa foto sacó lo más perverso y ruin de la gente, de algunos de sus compañeros del gremio como Héctor Suárez Gomís que escribió: “La familia de Rebecca debe estar feliz de ver esta foto! No es que Ari sea bipolar, ¡es doblemente PENDEJO!” y de ahí los haters se fueron como hilo de media: uno tras otro sin control sobre Ari Telch y no dejaron ni una astilla de sus huesos sin destruir.
Leía los comentarios y sentí frío. Me hubiera gustado entrevistar a toda esa gentuza sin mancha en el corazón, carentes de pecados, con mente y espíritu inmaculados, que se fueron con saña impensable y crueldad infinita contra Ari Telch. Lo destazaron, lo desmembraron, lo hicieron ca-chi-tos, sin piedad, ni remordimientos.
La gente no piensa… o es mi imaginación. La lengua no tiene hueso y los dedos cabalgan por sí mismos en el teclado del iphone.
Cada quien, como mencionó Ari, vive el duelo como quiere y de manera diferente. Él, como lo explicó en un vídeo, que subió un día después del ataque desproporcionado, quiere recordar a Rebecca así: guapa, joven, ejerciendo su oficio de actriz que dominaba. Cada quien es libre de recordar a los muertos como desee. Ahora resulta que todos debemos pensar y actuar igual y de paso ser mojigatos. ¡¡Pamplinas!!
Y aún con la explicación de Ari, la gente continuó tirando mala onda. Cuánta amargura y ganas de joder. Búsquense una vida.
Ni Rebecca, ni Ari, son mis amigos. Los he entrevistado muchas veces. Rebecca era irreverente, entrona, divertida y creo que estaría de acuerdo con esa foto como homenaje a su belleza y talento. Ari ha confesado su bipolaridad pero no es por ningún lado un tipo tonto.
Increíble que otro actor, Suárez Gomis, se fuera contra Telch. Si le quería decir penitente lo hubiera llamado por teléfono ya que tan valiente y entrón es. O qué tal una videollamada, no, hay que lucirse en las redes. ¿Habría que ver quién es el pendejo? y que retorcida tiene la mente para pensar en un trasfondo como el que imaginó. Qué penoso asunto. Que criterio tan corto. Esta humanidad me lastima.
Ari aclaró que nunca hubo romance entre ellos y que eran cuates. Él mismo lo es de su exmarido Alejandro Camacho.
Yo me quedaré con el recuerdo de aquella Rebecca cuando en un bar se acercó un hombre a ella para pedirle un autógrafo. La Jones con su gran sonrisa y sus labios pintados de rojo encendido, tomó una servilleta de papel escribió su firma y estampó su huella labial con pasión. Jamás he visto otro autógrafo tan original. Una parte de ella quedó impresa en esa servilleta.
¿Y los haters? que se vayan de puntitas y rapidito a la hacienda de AMLO.
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