ENTRE LA VERDAD Y LA FICCIÓN

Los representantes populares en México, sólo de membrete

“El último grado de perversidad es servirse de las leyes para la injusticia”. François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire 

JORGE LUIS FALCÓN ARÉVALO (Guerrero). Avalados por un documento que les indica que son representantes populares en la entidad suriana -y tal vez acreditados por “votos” en las urnas unos y otros por la vía plurinominal- no han sido garantía de respeto, información y representatividad ante la sociedad suriana.

El país enfrenta las desacertadas decisiones políticas y caóticas económicamente de un hombre desfasado, que en el camino de la tiranía no ha podido ser detenido por éstos que tienen la representatividad social y nada hacen, ni informan de la situación real que enfrenta México y Guerrero.

La masa mexicana no ha sido informada debidamente por estos personajes “electos en las urnas” o tal vez, por el dedo de siempre. O por los intereses creados económicamente para pagar el escaño o servir de lacayo, que es lo de siempre. Pero nunca jamás informan, toman parecer con sus representados. Cuando son sabidos de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha proclamado su voluntad de permanecer en el poder hasta borrar en la memoria de las nuevas generaciones el último vestigio del sistema neoliberal. ¿Qué procede?

Bien dijo James Monroe, el quinto presidente de los Estados Unidos de Norteamérica: “Solo cuando el pueblo se vuelve ignorante y corrompido, cuando degenera en populacho, es incapaz de ejercer su soberanía. La usurpación es entonces un logro fácil, y pronto se encuentra un usurpador. Las personas mismas se convierten en instrumentos voluntarios de su propia degradación y ruina”.

Las dos Cámaras, han sido cómplices de esa degradación. Y, salvo excepciones, no pueden o temen enfrentar al déspota, por miedo, espanto, malos antecedentes o simple compañerismo de Partido. Ni levantan la voz desde la tribuna menos susurran entre allegados y sociedad representada, el acontecer del país.

Nos gobierna la chusma, la ralea, los parias, los de espíritu arrastrado y serviles por comodidad y molicie. Los rastreros y despreciables hombres y mujeres que al tris de dedos; unos, se bajan los pantalones y otras, se suben la falda. Nos gobiernan los parásitos, la mediocridad, el analfabetismo gubernamental, la mezquindad

Tal como se observa, la lealtad es hacia AMLO, no al pueblo. Cuidan y protegen más sus intereses y objetivos, que la ética y la honestidad. Son intolerantes, cuando se les descubre su juego canalla y paranoico. Cayendo en ocasiones en el terrorismo.

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