EL OTRO DATO/ Ya era tiempo: ¡Fuera marinos!

JUAN CHÁVEZ

El abuso del poder en las calles. El despotismo y la arbitrariedad del cuerpo más o menos conservador y también más o menos disciplinado, de las fuerzas armadas: ¡La Marina!

Este lunes 31 de julio, se presentó la primera manifestación de la población civil en contra de los marinos que pululan por las calles como si estuvieran en su casa, en esfuerzos inútiles por frenar la violencia de los cárteles del crimen organizado y devolver al pueblo la paz y la tranquilidad, interrumpidas  hace más de tres décadas.

La protesta contra las fuerzas armadas se dio en Culiacán, en la misma ciudad donde López Obrador protegió al hijo de El Chapo Guzmán, Ovidio, que ya detenido tras intenso tiroteo, ordenó dejarlo en libertad.

La manifestación de unos 300 habitantes de Sinaloa (Novolato), llegó al Palacio de Gobierno para protestar por las  desapariciones forzadas

Exigieron que el gobernador Rubén Rocha Mora saliera para escuchar sus quejas y que se las resolviera.

El contingente del colectivo 10 de Marzo, plantado fuera  del  Palacio de Gobierno,  exigió  la salida de elementos de la Marina por presuntas ejecuciones extrajudiciales.

Los manifestantes se reunieron desde las 8:30 horas en la glorieta Cuauhtémoc y emprendieron su camino a la sede del Gobierno de Sinaloa a las 9:20 horas.

Los manifestantes demandan justicia ante denuncias de presuntas desapariciones forzadas en Sinaloa.

La manifestación  colapsó avenidas de la capital sinaloense.

Durante la movilización, del tumulto emanaban cantos como “solución con justicia y castigo a los culpables”, “hijo, escucha, tú madre está en la lucha”.

También gritaban “fuera marinos” y “marinos asesinos”, exigiendo la salida de elementos de la Marina de Villa Juárez, Navolato, a quienes acusan de abuso de autoridad.

Sumaron alrededor de 300 madres, padres, hermanos, amigos y compañeros de vida de quienes fueron arrebatados, que llegaron al Palacio a las 9:36 horas manifestando su pesar y exigiendo ser atendidos por el mandatario estatal,  Rubén Rocha Moya.

“Señor Gobernador, lo estamos esperando en la puerta de su Palacio”, grito una manifestante al arribar. Pero los gritos se perdieron en el aire.

Los manifestantes de Villa Juárez exigen justicia para presunto asesinado por marinos.

En Palacio de Gobierno, policías estatales cerraron las puertas para evitar el ingreso de personas que se manifiestan este lunes y que buscan hablar con el Gobernador.

Enojados por el asesinato de Jesús Antonio Castro Gastélum, presuntamente por parte de elementos de la Marina en Villa Juárez, Navolato, la multitud empezó a golpear la puerta de cristal exigiendo el acceso al edificio.

Entre gritos, los trabajadores de gobierno se asomaron por los pasillos mientras los protestantes desplegaban las lonas con el rostro del hombre asesinado el pasado 11 de julio.

A la espera de que Rocha Moya encare a los manifestantes de Villa Juárez que esperan en la explanada del Palacio de Gobierno, un funcionario lanzó un café caliente desde la planta alta.

El gobernador declaró que fueron hombres armados “disfrazados con uniformes de Marina, los responsables del asesinato del joven de Villa Juárez”.

De cualquier forma, esta primera protesta contra marinos concretamente, abre las puertas de par en par  a lo que sigue: paros, concentraciones, bloqueos contra las fuerzas armadas que están abusando de su poder contra las familias civiles.

Lo viví en Chiapas en 1994, cuando como subcoordinador de prensa del gobierno estatal, observé el abuso de oficiales y soldados contra las mujeres de las etnias chiapanecos, a título de combatir la revuelta armada que desató el comandante Marcos y “su ejército” de Liberación Nacional y que, incluso, le había “declarado la guerra” al gobierno de Salinas de Gortari, la madrugada del 1 de enero de 1994.

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