JUAN CHÁVEZ
Alguien, sarcásticamente, ha escrito que Xóchitl Gálvez ganaría la Presidencia si ahora que el 12 de diciembre está cercano, la virgen de Guadalupe le hiciera el milagro y votara por ella.
Agregaría que ni yendo a la Basílica de rodillas, Xóchitl conseguiría reducir la ventaja que Claudia Sheinbaum le saca según todas las encuestas y a la mejor, en lugar de milagrito, saldría damnificada porque cada día que pasa, se le va más débil en su campaña e incapaz de alcanzar a la candidata del oficialismo.
Ayer, la candidata del Frente designó a Maximiliano Cortázar Lara como nuevo Coordinador General de Comunicación de su campaña, en un gesto de desesperación porque su candidatura, y su narrativa menos, no prenden en los medios de comunicación.
Yo le digo que no es por ahí, si bien los medios influyen en un porcentaje considerable al triunfo o la derrota de un candidato o candidata.
Tampoco, añadiría, hacer campaña en el municipio guerrerense de Coyuca de Benítez que destrozó el huracán Otis o allá, con los tarahumaras de Chihuahua. En ambos sitios, los votos son pocos.
Cortázar Lara tiene una trayectoria indiscutible como comunicador. Ha estado, inclusive, como director de medios en la Presidencia de la República y ha sido asesor en las campañas de Francisco Cabeza de Vaca, exgobernador de Tamaulipas; de Teresa Jiménez Esquivel, gobernadora de Aguascalientes; de Lía Limón García, alcaldesa de Álvaro Obregón, entre otros.
Pero no le veo colmillo para socavar al coordinador real de la campaña de Sheinbaum, el señor autoritario de Palacio Nacional que lleva 23 años de estar presente en periódicos y medios radiofónicos y televisivos, con críticas y comentarios negativos, pero ¡presente!
No es por ahí Xóchitl.
Te sugiero que acudas a Armando Fuentes (Catón), experimentado columnista, escritor, cronista de Saltillo, Coahuila.
Lee por lo menos sus columnas que aparecen todos los días en el Siglo de Torreón: De Política y cosas peores y Mirador.
Él te ilustraría, en tu lenguaje, para que atrajeras el interés de la ciudadanía.
Y voy lejos: ¡lo requieres! Ganarías mucho en tu contienda por la Presidencia de la República, sin que haya necesidad de que le oficialices cargo alguno en el círculo de colaboradores y asesores de tu campaña.
El momento en el que Xóchitl Gálvez pudo hacer el milagro pasó hace tres o cuatro meses. Tenía el impulso para volar y decidió quedarse en tierra.
A veces se piensa que una campaña electoral es como un maratón.
En realidad, es más bien como una competencia de Fórmula 1.
En el maratón, no importan mucho las posiciones de salida mientras los competidores arranquen desde la primera línea.
En la Fórmula 1, la posición desde la que salen los autos puede influir de manera decisiva en el desempeño de la carrera.
Estar en la ‘pole position’ o en la primera línea, es muy importante. Pregúntenle a Checo Pérez.
En una contienda electoral, es muy distinto un arranque desde una posición más o menos pareja, que empezar la carrera 15 o 20 puntos atrás.
Desde finales del mes de agosto, cuando Xóchitl ganó la segunda encuesta de los aspirantes del Frente, todo ha sido retroceder.
Quien parecía representar una verdadera disrupción del sistema político; quien hizo creer a los ciudadanos que surgía la esperanza de una real posibilidad de competir e incluso de triunfar en la elección presidencial, se ha encogido una semana tras otra.
No hay una sola encuesta, ni las de los cercanos, que coloque a Xóchitl siquiera cerca de Claudia en la competencia.
Y eso Xóchitl es la predicción de los días que vivirás de aquí al 1 de junio de 2024.