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JUAN CHÁVEZ. Llevado a cabo bajo el rigorismo del pasado y sin riesgos, el debate fue un esquema tradicional.
La moderadora, en lugar de ser incisiva, se limitó a leer los textos que la preparó el instituto Electoral del Estado de México.
La moderación del último debate entre las candidatas en disputa por la gubernatura del Edomex recordó el «acartonamiento» que se vivía en el pasado.
¿Quién-ganó-debate?
Para los analistas, no hubo debate en el debate.
El segundo debate entre las candidatas al gobierno del Estado de México, la priísta Alejandra Del Moral y la morenista Delfina Gómez, permitió que fluyeran propuestas, pero dejó a analistas consultados el sabor de los debates del pasado: una participación demasiado controlada y sin contraste.
Consultados por separado Héctor Llerena, especialista en estrategias de comunicación política del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey, y Ernesto Guerra Mota, politólogo por la UNAM, coincidieron en señalar la moderación como un punto a destacar, pero por cierta falta de iniciativa.
Sobre el desempeño de las dos abanderadas, Delfina Gómez, de la coalición “Juntos Haremos Historia”, conformada por Morena, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT), fue la ganadora, según Héctor Llerena: “Porque si asumimos que ella es la que va arriba en las encuestas, salió sin daño alguno”.
Para Guerra Mota hubo un empate entre Delfina Gómez y Alejandra Del Moral, pues ambas se dieron tiempo para exponer propuestas y no privaron los ataques –sólo cruce de frases- entre ellas.
“Quien gana es la ciudadanía porque puede escoger y aunque suena a lema de campaña, compara y elige, al final del día la ciudadanía sí tendrá elementos para eso. Prevalecieron las ideas, no hubo casi ataques personales, privó el interés de exponer propuestas y al final la ciudadanía valorará”.
De acuerdo al analista Guerra Mota, las abanderadas tuvieron cierto “toque” en frases: “por ejemplo Alejandra Del Moral al decir: “a nosotros nos mueve el amor, a ustedes les mueve el odio, caballo que alcanza gana, yo sí tengo moral para hablar de esto; Morena es el cambio que destruye, y así’”.
Pero frente a ella Delfina pudo defenderse: “nos mueve el amor, el cambio es imparable, es la hora del cambio, te estás quedando sola. Ya te gané una vez. Entonces digamos que se centró en las propuestas y es entendible”.
Sobre la moderación, a cargo de la periodista Ginarely Valencia –a quien se asignó la tarea resultado de un sorteo, y del veto que Morena habría aplicado a la conductora Pamela Cerdeira–, ambos expresaron que a su juicio no fue como la de los debates modernos, sino como los que se realizaban antes.
Llerena apuntó: fue “una moderación sin riesgos, demasiado tradicional, se había dicho que iban a ser diferentes estos debates pero fue demasiado sin riesgo, demasiado controlada”.
Por eso planteó: “Yo creo que lo principal de este debate es que no hubo debate. Las dos salieron a buscar el empate a cero, donde alguna de las dos se beneficiaba más que a la otra: a Delfina.
“Creo que Alejandra Del Moral tenía que haber salido a debatir, a ser mucho más agresiva, a contrastar. Los debates se ganan con esos momentos donde el mensaje se escenifica y quedan para las redes sociales, para la televisión. Y aquí no vi nada de eso”, dijo el especialista en comunicación política.
Guerra secundó “la moderadora debió haber sido más incisiva, sólo se limitó a leer”.
