JUAN CHÁVEZ
Medio mundo sufre sequía. Países del Medio Oriente y África enfrentan aguda crisis de falta de agua. La población está sufriendo sed y falta del líquido vital para las necesidades prioritarias.
La agricultura, sin agua, deja de producir alimentos.
En México, el Lago de Chapala se encuentra a un 45 por ciento de su capacidad debido a la intensa sequía y la producción nopalera de Milpa Alta se perdió por falta de humedad y las heladas invernales.
El mundo enfrenta una crisis hídrica sin precedentes. Al menos 25 países y una cuarta parte de la población mundial, están actualmente expuestos a un estrés hídrico extremadamente alto, de acuerdo con un análisis del World Resources Institute.
Además, alrededor de 4,000 millones de personas están expuestas al estrés hídrico durante al menos un mes al año. Para 2050, ese número podría estar más cerca del 60% de la población mundial.
“El agua es fundamental para cumplir con los objetivos climáticos del mundo, alimentar a una población en crecimiento y satisfacer las necesidades básicas de supervivencia de las personas. Pero el mundo no está dando prioridad a los problemas de agua”, indica el documento.
En todo el mundo, la demanda de agua supera la cantidad de agua disponible. La demanda de agua se ha más que duplicado desde 1960. El aumento de la demanda de agua suele ser el resultado del crecimiento de la población y de industrias como la agricultura de regadío, la ganadería, la producción de energía y la manufactura.
México, se augura, será un país cada vez más seco a partir de este 2024. El maíz y el aguacate, son los alimentos más expuestos a las sequías en el país.
El estrés hídrico extremadamente alto significa que los países utilizan más del 80% de su suministro de agua renovable para riego, ganadería, la industria y el uso doméstico. Incluso una sequía a corto plazo pone a estos lugares en peligro de quedarse sin agua, lo que obliga a veces a los gobiernos a cerrar los grifos.
Vivir con este nivel de estrés hídrico pone en peligro la vida, el trabajo, y la seguridad alimentaria y energética de las personas.
Los cinco países con mayor estrés hídrico son Bahrein, Chipre, Kuwait, Líbano, Omán y Qatar. El estrés hídrico en estos países se debe principalmente a un bajo suministro enfrentado a una demanda para su uso doméstico, agrícola e industrial.
El resto de los países con estrés hídrico extremadamente alto son los Emiratos Árabes Unidos,
Arabia Saudita, Israel, Egipto, Libia, Yemen, Botswana, Irán, Jordania, Bélgica, Grecia, Tunez, Namibia, Sudáfrica, Irak e India
En México, Baja California Sur y la Ciudad de México tienen crisis hídrica en extremo.
Para 2050, se espera que 1,000 millones de personas más vivan con un estrés hídrico extremadamente alto, incluso si el mundo limita el aumento de la temperatura global entre 1.3 °C y 2.4 °C para 2100, un escenario optimista, indica el informe.
Se prevé que la demanda mundial de agua aumente entre un 20% y un 25% para 2050, mientras que la cantidad de cuencas hidrográficas que enfrentan una alta variabilidad de un año a otro, o suministros de agua menos predecibles, se espera que aumente un 19%.
Esto significa que el 100 % de la población de Medio Oriente y el norte de África vivirá con un estrés hídrico extremadamente alto para 2050.