ALETIA MOLINA. Una reciente encuesta reveló que la mayoría de los mexicanos considera que la inseguridad es el principal problema en México y que el gobierno federal ha tenido muy mal manejo en este rubro.
Sin embargo, el López Obrador presumió la baja en la percepción de inseguridad reportada esta semana por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y aprovechó para arremeter contra los legisladores que han votado en contra de que las Fuerzas Armadas continúen realizando tareas de seguridad.
Sin habérsele preguntado, el Presidente mostró en conferencia matutina una gráfica que muestra la confianza de la población mexicana en la Marina (84.9 por ciento), Ejército (82.3 por ciento) y Guardia Nacional (71.9 por ciento) y invitó a sus adversarios políticos, irónicamente, a seguir votando en el Congreso en contra de estas instituciones.
“¡Tengan para que aprendan! Sigan votando en contra de la Marina, en contra de la Secretaría de la Defensa, en contra de la Guardia Nacional. Esto es lo que piensa el pueblo ¿Esos legisladores a quiénes representan? Se supone que al pueblo, pero no, representan a los corruptos”, dijo.
Asimismo, el titular del Ejecutivo, para variar, despotricó contras las autoridades de sexenios anteriores y los calificó de hipócritas por descalificar su estrategia de seguridad.
De acuerdo al INEGI, durante el tercer trimestre de 2022, el 64.4 por ciento de la población mexicana mayor de 18 años considera que vive en una ciudad insegura. Esta cifra es la más baja desde que el organismo de estadística pública la encuesta y representa una disminución de 10.5% a la registrada durante el tercer trimestre de 2018, justo antes de que comenzara el sexenio de López Obrador.
Pero la inseguridad en varias partes del país sigue en aumento.
El despacho HX-Harary Security, especializado en seguridad, gestión de crisis criminal e inteligencia, entregó a finales de septiembre a sus suscriptores el Reporte de inteligencia de agosto de 2022.
Los homicidios dolosos en el mes se estiman en 2,250. Hubo al menos 38 ataques a civiles en lugares públicos (restaurantes, bares, centros comerciales, mercados, talleres, gimnasios y varios sepelios). La mayor parte se concentró en: Baja California, Chihuahua, Colima, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla y Veracruz.
Hubo un aumento en los ataques contra las autoridades de gobierno. En estos murieron 21 soldados, marinos y policías. Y también seis funcionarios públicos o de partidos políticos.
Los ataques fueron en contra del Ejército, la Guardia Nacional y policías de: Baja California, Chihuahua, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosíì, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Veracruz, y Zacatecas.
Continuaron los ataques contra la prensa. En Ciudad Juárez, Chihuahua, mataron a cuatro empleados de una estación de radio; en San Luís de la Paz, Guanajuato, a un periodista local; en Tijuana, Baja California, a dos operadores de una página de Facebook; en San Luis Río Colorado, Sonora, a un periodista local y en Chilpancingo, Guerrero, un periodista local.
Los conflictos territoriales entre organizaciones criminales se incrementaron. Se dieron enfrentamientos, narcobloqueos y quema de negocios en Jalisco, Guanajuato, Baja California, Colima, San Luis Potosí y Zacatecas.
En el mes hubo diez casos de extorsión que terminaron en asesinato. Como ha ocurrido en los últimos años, en agosto docenas de mujeres jóvenes y adolescentes fueron secuestradas. Los casos se concentran en: Veracruz; Estado de México; Morelos y Nuevo León.
Esto expone los muy altos niveles de violencia e inseguridad que se viven en el país. Una realidad, que el presidente maquilla y usa a conveniencia de su politiquería. Para él, contra toda evidencia, el problema de la violencia y la inseguridad no existen.
@AletiaMolina