CARTAS DESDE CHICAGO/ “Guajolota gringa”

>> Un asunto que no se tocó en la Cumbre de Líderes de América del Norte, fue la inmigración de estadounidenses hacia México

ROGELIO FAZ. Uno de los temas centrales en la cumbre entre México, Estados Unidos y Canadá fue la inmigración hacia EU por obvias razones.

¿Pero qué de aquellos estadounidenses que deciden ir a vivir a México como residentes temporales? Y no precisamente los jubilados que buscan donde rindan más sus dolaritos.

Sino aquellos en edad laboral que tras la pandemia del Covid-19 se vieron obligados a trabajar desde casa. La opción no era nueva, pero hacerlo desde un lugar remoto se volvió costumbre y funcional. Y que mejor México; cerca y económico.

La migración gringa

Ya es común ver a los nómadas digitales americanos, canadienses y europeos en México, no necesariamente en áreas tradicionalmente turísticas. Su presencia es evidente con restaurants, coffee shops o airbnbs for work.

Algunos de esos extranjeros no tardarán en exigir acceso a la educación, estar en el sistema de salud, trabajos o derechos políticos, como pedimos los paisanos que llegamos a EU por una temporadita y ya tenemos nietos.

Incluso, en ciertos lugares exigimos participar en elecciones siendo indocumentados con el pretexto de que pagamos “taxas”.

Aunque esa “invasión” extranjera en México es considerada económicamente positiva, además, de dar un toque cool a los barrios con letreros en inglés ofreciendo servicios, donde en algunos lugares el personal se comunica en inglés con los nuevos residentes. Todo eso implica cambios.

¿Estará México listo para comerse el sándwich completo como se le pide a EU con la enchilada?

Cumbre baño maría

No todos estarán de acuerdo con esta influencia extranjera, pues eleva costos de vida como la vivienda que acaba por desplazar a los locales. Los costos se ajustan a la demanda.

Por supuesto el volumen de las migraciones no se compara, no obstante, se debe ir ‘cocinando’ una solución para que sea ordenada, legal, tolerante y posiblemente permanente. Como si se fueran a preparar tamales en baño maría.

Preparando la guajolota

Esta inmigración está en ascenso y podría llegar el momento que cause recelo a los nacionalistas mexicanos pues los ‘tamales gringos’ ganan en dólares y gastan en pesos.

Regularizarlos sería como hacer una guajolota: una torta de tamal, es decir, un tamal dentro de un bolillo o birote, que en este caso sería en un sándwich. Una guajolota gringa pues.

Y así puedan cantar «en el extranjero quiero más a mi ración». Y que mejor en Coyoacán en la Feria del Tamal. Para que los tamalovers se sientan como en su casa con su guajolocombo (guajolota con atole).

¿Quién prepara los tamales?

Aunque en EU se le vio a la cumbre con desdén, en México fue como si se festejara al santo patrono del pueblo en día de Reyes Magos con la típica rosca de reyes.

Los anfitriones corrían por la casa de un lado para otro para quedar bien con los invitados riquillos. Para después despedir con humor pueblerino diciendo «ya quédense a vivir aquí, ji, ji, ji» Bueno, pues eso ya está sucediendo.

Pero por lo que se ve, alguien se tragó el muñequito de la rosca de reyes y no los compromete con los tamales o las guajolotas para cumplir con la tradición del Día de la Candelaria ¿La cumbre solo fue atole con el dedo?

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