CARLOS RAMOS PADILLA
Una presentación desarticulada con todo y sin orden fue la conferencia, primera, de Sheinbaum que por cierto ya ocupó el estrado con el escudo nacional que destaca a la presidencia. Se habló de transición, de impulsar más reformas a las 20 propuestas por amlo, de realizar giras y de nombrar a su gabinete la próxima semana, hecho muy anticipado que expondrá y desgastará innecesariamente a los involucrados. Y en esta parte muy en especial veremos si Sheinbaum se desmarca o no de amlo. Muchos nombres caen en la baraja, en la apuesta, de quienes formarán parte del nuevo gobierno e incluso, con el aval del tabasqueño, se menciona a Andrés López Beltrán. De igual manera la imposición de Omar García Harfuch entendería un rompimiento con Martí Batres, que de acuerdo a grabaciones filtradas, se supo que ordenó desbarrancarlo para apoyar a Clara Brugada. Sheinbaum señaló que pretende abrir diálogos para llegar a conclusiones en lo que respecta a la reforma judicial, pero a que destacan varias entrelíneas. Ella sabe que el Poder Judicial de la Federación debe fortalecerse como uno de los poderes de la Unión. Su autonomía refleja la garantía política/juridica/social de un necesario y urgente equilibrio. Su gobierno se vería fortalecido con ello. Pero además la doctora conoce y bien lo que sienten y piensan los tratadores del ramo, los colegios de abogados, las instituciones académicas y los estudiosos del derecho. Las manifestaciones públicas, los desplegados y las declaraciones han dejado huella al igual que la defensa de las instituciones autónomas como el INE y el INAI. Pero en sus aseveraciones encontramos respuestas. Ella aseguró que habrá debate antes de ser aprobadas las reformas. Pregunto: ¿para qué discutir si serán aprobadas? Los intercambios informativos con amlo deben considerar fundamentalmente archivos como la seguridad nacional. El país no puede resistir más seis años de violencia además de la intención de promover una amnistía retrógrada. El sistema de salud es de primer orden sin los excesos de proponer que estaremos como en Dinamarca, sino empezar por lo básico: el abasto. Qué se va a hacer con todos aquellos que están señalados como sospechosos de incrementar la corrupción, esos que practican licitaciones amañadas y controladas para el apetitoso moche de las comisiones. ¿Cuál es el plan energético del próximo gobierno? ¿Ella es científica y estará inclinándose a las enérgicas podridas y contaminantes, seguirá pensando que México vivirá de refinerías obsoletas? Sheinbaum insiste en presumir y hablar del “movimiento”, ¿cuál? ¿el de amlo? el suyo? ¿Habló de dos nuevos programas sociales de asistencia, pero y la educación? En pocas palabras la presentación fue abundante pero no muy lejana a lo visto y escuchado en campaña. Nada significativo que dé luz a lo que se viene. Pero eso si las reacciones de los mercados y el tipo de cambio dejan notar insatisfacción e incertidumbre. Todavía no se consolida esa tan necesaria confianza entre lo que dice y hace un gobernante y lo que en realidad ocurre y necesita la nación. Días tensos y densos se esperan y en el deslinde de Sheinbaum de amlo se verá su real fuerza.