MARTÍN MARTÍNEZ OLVERA
Chilpancingo, Guerrero.
¿Ecuador? ¡Grave!
En México vivimos un proceso electoral con una clara injerencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Escribo estas líneas cuando aún el debate, el primero de tres, no se desarrolla, por lo que hablar de ello sería en este momento inútil, solo diré que es un ejercicio importante y que constituye un valor democrático. Pero ¿y el proceso electoral?
¿Ecuador? Una reacción a una declaración del Mandatario mexicano a todas luces fuera de la cátedra juarista que dice seguir “el respeto al derecho ajeno es la paz”. No, no lee más que lo que le conviene.
La presencia de AMLO en los medios no responde a una convicción de servir a quien él llama “pueblo sabio”, no, sin duda, es para su propio beneficio, el que le ha redituado indudablemente en respaldo en votos para que se mantenga sin hacer nada solo hablando, usando antes, tiempos oficiale, ahora, todo el tiempo que quiera.
No se sabe si hace algo más que las mañaneras. Salvo algunas giras de trabajo usadas también con fines electorales, la inauguración de obras inconclusas convertidas antes de estar concluidas, en chatarra, la descalificación de medios y periodistas para aislar a la sociedad de ellos y tenerlos a su merced.
¿Ecuador vulneró territorio mexicano? ¿Se atrevió un hermano menor a levantarse contra el hermano mayor? ¿Y el respeto que dijo AMLO tenían esas naciones a su gobierno? ¿Se acabaron? O nunca existió, más que en la mente del presidente mexicano.
AMLO necesita mantenerse en el poder no solo porque lo salva de señalamientos, de actos que a todas luces contraviene una doble moral de su frase “no mentir, no robar”. La mentira se esconde en los documentos clasificados con sello de seguridad nacional para ser abiertos cuando ya no le alcance el rechazo social. La corrupción se anida en su familia que mostró ser un monstruo hambriento y banal, una carga social que llevamos a cuestas quienes habitamos en este país.
Ecuador ¿y los tratados internacionales, los vulneró primero México?
Claudia podría tener una presencia y respaldo tan fuerte con una figura chantajeando a la sociedad, metiéndole miedo a perder sus pensiones y beca, que parece increíble que la candidata oficialista esté nerviosa ante la elección del 2 de junio. Es evidente que AMLO perdió fuerza, liderazgo, pero lo que más le duele es que se le cuestione y se le considere perdedor.
Ecuador, no es el tema que deba llevarnos a centrar la atención colectiva, que se atienda conforme la ley y tratados internacionales. México y la elección es nuestro tema, nuestro presente y nuestro futuro. Por eso el cálculo también, como las mañaneras, de ser distractores, de enredarnos en un conflicto cuando el real, el que podemos resolver está en la elección del 2 de junio. Por eso AMLO es capaz de crear otros conflictos más para no estar en el tema central de su propósito: tener poder. ¿surrealismo?