CARLOS RAMOS PADILLA
Hace exactamente 24 años, durante la madrugada, acompañado por más de dos mil elementos de la Policía Federal el entonces subprocurador Everardo Moreno, acompañado por Wilfrido Robledo, ingresó a Ciudad Universitaria para concluir con la huelga que había comenzado el 20 de abril de 1999. La huelga estalló y el Consejo General de Huelga (CGH), conformado por 40 asambleas escolares y 120 delegados (5 personas elegidas por las asambleas locales de cada escuela). En el lugar se detuvieron a más de 400 personas, entre ellos los dirigentes de ese movimiento. Moreno los ingresó al Reclusorio Norte. Esa mañana transmití desde la explanada de la Biblioteca Central a un lado de la entrada al auditorio Justo Sierra secuestrado por malvivientes. Eran alrededor de las 6:30, cuando integrantes de la Policía Federal Preventiva descendieron de sus transportes. Ahí se encontraban Alejandro Echavarría, alias el Mosh, Francisco Ramírez, Iván Zavala, asesor del CGH, Mario Benítez, Jorge Martínez Valero, Cristóbal Sánchez, Isaías Barrientos, Higinio Muñoz, Víctor Alejo, Joel Cimbrón, Víctor Balero y Víctor Manuel Alejo Plata. entre otros. A los pocos minutos y sin ser lastimados abandonaron Ciudad Universitaria en 17 autobuses. Por confusión a varios ciudadanos y a un servidor nos “arrestaron” de manera ilegal y nos llevaron a un túnel del Estadio Olímpico. Desde ahí me enlace a la cabina radiodifusora para reportar el ilícito. Gracias a ello nos liberaron y ahí se encontraba un médico socorrista y un trabajador de la construcción que sólo transitaban por Insurgentes rumbo a periférico dado que habían cerrado las vialidades. Por la noche, la Policía Federal Preventiva ocupó las instalaciones de las preparatorias 1, 9, 8, 4, los Colegios de Ciencias y Humanidades Vallejo y Azcapotzalco, entre otros. Los elementos de la Policía Federal Preventiva se mantuvieron en las instalaciones de la UNAM hasta el 23 de abril 2000. Era la administración de Ernesto Zedillo y el procurador Jorge Madrazo. Alrededor de las 10 horas, el rector Juan Ramón de la Fuente se reunió con su equipo de colaboradores más cercano en una casa, por el rumbo de San Jerónimo. En un comunicado se informó que Juan Ramón de la Fuente supo del evento a las 7:00 horas. Luego del operativo de rescate del auditorio Justo Sierra, Imanol Ordorika, señaló que se trató de un proceso que dañó profundamente a la institución universitaria y polarizó a la comunidad. Poco apuntó este activista de que el paro afectaba a 16 planteles y más de 110 mil estudiantes sin clases. Ordorika pretendió hace unas semanas ser el nuevo rector de la UNAM. Al paso de los años los grupos radicales prevalecen al interior de la Casa de Estudios. Son grupos identificados como Anarcos, Okupache, EPR, EZLN, FARC, Comité Cerezo, Niukame, Los Pingüinos, Galería Autónoma, Lobertarios, anarkapunks, CNA cruz negra anarquista, Quetzal radio Okupa, corriente de la liga 23 de septiembre, Frente popular Francisco Villa, Centros sociales libertarios, Víctor Jara, entre otros. Recordemos que el 1 de marzo de 2008, el ejército colombiano bombardeó una base de las FARC en Santa Rosa de Sucumbíos, en Ecuador. En el ataque murió uno de los principales líderes del movimiento, Raúl Reyes, pero también cuatro estudiantes mexicanos que se encontraban en el lugar. Sólo hubo tres sobrevivientes. Una de ellas, Lucía Morett, que fue detenida por el ejército de Ecuador y vinculada a los grupos extremistas universitarios. La situación de las FARC en México cambió a finales de los años 90, cuando el gobierno mexicano y la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA, acusaron a las FARC de tener negocios con los carteles de narcotráfico principalmente con los hermanos Arellano Félix. En noviembre de 2015 la DEA presentó un informe que vinculaba a las FARC con los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Hoy los radicales en la UNAM tienen operan radiodifusoras clandestinas, páginas electrónicas, elaboran carteles volantes y pintas y organizan eventos con el fin de apoyar movimientos ajenos a la Casa de Estudios. Hay instalaciones secuestradas en distintas facultades como en Ciencias, Derecho, Economía y Ciencias Políticas entre otras en donde se alertan y comunican a través de “walkies Talkies”. Hay células detectadas de anarquista, cgheros, porros y activistas en diferentes centros de enseñanza como infiltrados, principalmente en los CCH.