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TERESA GIL
La conmemoración este año, de los 150 años del movimiento impresionista, no borra en muchos casos la presencia de todos aquellos movimientos que dieron vida a las muchas etapas de la humanidad y que no eran solo literarios y artísticos. Las mismas sociedades tuvieron el impacto de la filosofía, la política y las muchas influencias del pensamiento creador, aunque muchas veces fuera destructivo y mortal, como el fascismo y su creación el nazismo. Expresiones del arte y la música estuvieron fundadas en estas corrientes aunque no llevaron como título sus nombres y aparezcan como tales en un diccionario.
LA DEFINICIÓN EN UN DICCIONARIO PUEDE SER INFLUENCIA IDEOLÓGICA
El Diccionario de Términos Literarios y Artísticos (Editorial América 1990), tomado al azar de un librero cercano a mi convalecencia por accidente, es una obra amplia, completa, acuciosa, aunque haya sido rebasada en algunos de sus conceptos. La vida de la humanidad se amplía, se recuperan verdades y se asientan nuevas definiciones. El Existencialismo, por ejemplo, que definió a personajes como a Jean Paul Sastre, que aparece en este diccionario como una escuela materialista, pesimista y con un concepto trágico de la condición humana, tiene hoy otros enfoques y desde luego no fue la causa de los suicidios de Hemingway, Pavese, Drieu y de Camus al que se incluye como suicida. El Premio Nobel murió en un accidente de automóvil que él no iba manejando.
TÉRMINOS DE DICCIONARIOS PODRÍAN SER MÁS CREATIVOS
Es cierto que el pueblo crea el lenguaje, pero cuando las academias toman los términos, podrían plantear términos menos evidentes. El diccionario mencionado se explaya en los nombres que definieron un criterio, un estudio, un movimiento, los realismos, etcétera, etcétera. El byronismo, es desde luego, el que creó el poeta Byron y así hay muchos por el estilo. Exotismos rebasa todo con una referencia de nacionalismo ramplón. Se critica que Byron, Bizet y Gauguin, cuyas obras se extienden al extranjero, las hayan hecho como si solo fueran propias de un pueblo. Hay una crítica directa al Don Juan, que escribió Byron y desde a Bizet por Carmen. En el caso del realismo socialista, que contrapone la propia opinión de los autores de que no se deben enunciar proyectos políticos e ideológicos, se inserta dentro de la creación artística literaria, para disminuirlo ideológicamente. Así aparecen muchos otros conceptos. La obra es importante y aún sirve en la actualidad, aunque ya no todo sea vigente. Puede ajustarse a la descripción que hace en la definición de Exposición el escritor Roa Bastos, en el Yo, el Supremo:
“Su señoría sabe mejor que yo que los puntos no son del todo redondos, así como en las letras mas parecidas siempre hay alguna diferencia. Un rasgo más grueso, un rasgo más fino, los bigotes de la t más largos, más cortos según el pulso de quien los marcó. La colita del chancho de la o, levantada o caída. Ni hablar del empeine de las piernas retorcidas de las letras…” Y así para recalcar que hay altas y bajas.
