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JOSÉ GARCÍA SÁNCHEZ. Existe poca diferencia entre las declaraciones de Porfirio Díaz y las de Lorenzo Córdova, respecto a los mexicanos. Esto dijo el dictador oaxaqueño:
“Es un error suponer que el porvenir de la democracia de México se haya puesto en peligro por la continua y larga permanencia de un presidente en el poder. Por mí, puedo decirlo con toda sinceridad, el ya largo período de la presidencia no ha corrompido mis ideales políticos, sino antes bien, he logrado convencerme más y más de que la democracia es el único principio de gobierno, justo y verdadero; aunque en la práctica es sólo posible para los pueblos ya desarrollados”.
Esto dijo Lorenzo Córdova 112 años después: “La democracia no está en el ADN de la sociedad mexicana”.
Todo por un puñado de pesos que exigen los consejeros electorales como sucede antes de cada elección. Porque no ha habido víspera de comicios en lo que Lorenzo Córdova no argumente que hace falta dinero al INE y que se pone en peligro o la elección o la democracia, que para el caso es lo mismo.
Las once consejeras y consejeros del INE calificaron de regresivo e inconstitucional el llamado Plan B de la Reforma Electoral, por lo cual adelantaron que interpondrán en su contra los recursos jurídicos correspondientes, como acciones de inconstitucionalidad, una vez que este plan sea aprobado por el Congreso de la Unión.
Para apoyar la postura de los consejeros convocaron a una marcha a la cual acudirán los líderes de los tres partidos de la alianza opositora, no pisarán la calle los exquisitos consejeros que sólo pastorean a su rebaño desde las alturas de su virreinato, en defensa de sus privilegios y en detrimento de la igualdad.
La labor de los consejeros electorales es acatar lo dispuesto por sus electores que son los integrantes del Poder Legislativo y no esperar una de sus resoluciones para tratar de echarla abajo. La calidad moral y la responsabilidad de los consejeros del INE no es cuestionar lo dispuesto en las elecciones sino coordinarlas. Con esto se muestran como juez y parte de un partido político que en su complicidad con otros institutos políticos atentan contra la democracia.
La parcialidad mostrada por esta generación de consejeros obliga a una refundación del INE con mayores sustentos legales y solidez democrática, pero, sobre todo, con delimitaciones y sanciones para los consejeros que consideraron en esta camada, que podían salirse de sus atribuciones sin consecuencias ni sanciones.
La similitud de paternalismo y prepotencia entre Porfirio Díaz y Lorenzo y Ciro seguramente la advertirá más de un mexicano que preferirá quedarse a ver el futbol en lugar de cuidar el sueldo a los consejeros. Más de un siglo de despreciar la conciencia y la inteligencia de los mexicanos merece castigo.
Twitter: @Josangasa3
