TRAS LA PUERTA DEL PODER

Su inclusión en la pasarela de Morena, acepta Monreal, no lo sacó del congelador de AMLO

ROBERTO VIZCAÍNO. Renuente, Ricardo Monreal acepta que persiste su lejanía del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que su inclusión en el grupo de aspirantes presidenciales de Morena no restituyó las invitaciones del mandatario a desayunar en Palacio.

“Yo lo entiendo. Es una posición personal. Yo lo respeto, pero entiendo sus motivaciones. Lo conozco, he estado con él 25 años y sólo hay de mi parte respeto y de amistad”, afirma ayer a Ciro Gómez Leyva.

Pero luego afirma que “no me preocupa que no me mencione el Presidente… me gustaría que me mencionara…”, dice con languidez.

Y revela que en un recuento de menciones presidenciales Marcelo Ebrard se ubica con unas 150 referencias de AMLO; unas 100 para Claudia Sheinbaum y quizá 60 para Adán Augusto López.

Para él y cero. Eso, dice el zacatecano, a pesar de que “yo soy aliado” desde hace 25 años.

“He trabajado con él en el ideario político de nuestro movimiento, que él fundó o que él empujó o que él impulsó o que él diseñó, pero del que somos parte todos”.

Y reitera una vez más:

“Yo no me voy a confrontar nunca con el Presidente. Si él no me menciona, sus razones tendrá; pero yo tendré que luchar dentro de Morena en una actitud de respeto y de inclusión”.

En cuanto a su participación en el evento de Coahuila donde coincidió en el estrado junto a los otros aspirantes presidenciales de Morena, dice, “yo entiendo que hubo una rectificación de la dirigencia nacional de Morena al incluirme y considerarme como un aspirante a la Presidencia… para mí representa una esperanza de rectificación”.

Y aclara que esa invitación no incluyó la aceptación de ninguna de sus exigencias como el cambio del método de selección de candidatos y dirigentes.

“… no es una herejía política pedir mecanismos más confiables en la selección de dirigentes y de candidatos.

“Hoy mismo está corriendo un proceso la elección de dirigentes (dentro de Morena) y si no se tiene una gran unidad, un gran consenso, me temo que va a haber problemas.

“Está planteándose para finales de julio la renovación de dirigentes estatales y el inicio de la renovación del Consejo Nacional de Morena… si no se tienen consensos, acuerdos con todos los grupos; va a haber dificultades”, insiste.

Por eso, dice, él va a continuar demandando la democratización de Morena y de sus decisiones políticas.

Pide además debatir, discutir las políticas públicas de la 4T, “deliberar, proponer, llegar a acuerdos en distintas materias, en las que no podemos estar ajenos ni podemos evadir, como son los temas de la seguridad pública, migración, agua -que es un problema gravísimo que está pasando-, salud pública…”

Reconoce que hay resistencias de AMLO y su entorno a debatir estos temas, pero dice saber que la militancia y la realidad terminarán por obligarlos a abrir esa discusión y análisis.

AMLO NO CONCLUIRÁ LA TRANSICIÓN

Y advierte que la transición política que vive el país, “que para mí está inacabada, que nosotros la diseñamos como un cambio de régimen, para mí no se va a cumplir en los seis añosno se va a agotar en los seis años que le toca de responsabilidad al Presidente Andrés Manuel López Obrador; por eso es que nosotros pensamos que Morena requiere discutir las políticas públicas más importantes que tenemos en este momento: seguridad pública, el agua, reactivación económica, la relación con el sector productivo… salud pública”, subraya..

Y toma distancia de los otros aspirantes presidenciales de Morena y del propio AMLO al indicar:

“Yo soy un hombre de leyes, soy un hombre que me formé en el derecho, soy un hombre que cree en el principio de legalidad y yo creo que no debemos alejarnos, como Morena, de la clase media.

“Creo que no debemos alejarnos de las asociaciones religiosas, de los comunicadores, del sector productivo, no debemos alejarnos del sector intelectual, del sector académico, de los universitarios que gran parte de ellos, nos apoyaron en el 18; y Morena no se puede dar el lujo de alejarse, de separarse ni menos de confrontarse con esos sectores que son indispensables para este proceso de transición política. Porque si nos alejamos de estos sectores, del sector académico, universitario, del sector de empresarios, de las asociaciones religiosas, del sector de comunicadores, por supuesto que vamos a estar en riesgo”.

Considera que quienes creen que quien logre la candidatura presidencial de Morena tiene garantizado el triunfo en la presidencial del 2024 están absolutamente equivocados.

“Yo creo que va a ser una contienda -a pesar de que no se ve en este momento la oposición agrupada sino aislada, debilitada-, más o menos cerrada, y no hay necesidad de que la lucha al interior de Morena sea de facciones o fratricidapensando en que la lucha es sólo interna y de que el que gane adentro, eliminando y liquidando a los otros, ya va a ser el próximo Presidente.

“No, yo creo que no es así y eso es lo que pienso; por eso el llamado a la tolerancia, a la no exclusión, el llamado a no ejercer el dogmatismo como una práctica política o la intolerancia como una actitud política cotidiana. Yo estoy en contra de eso, y por eso en el discurso (de Coahuila) lo hice, porque no podía ser de otra manera”, concluyó.

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