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JOSÉ ANTONIO ASPIROS VILLAGÓMEZ
Existía en una glorieta del Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, una estatua de Cristóbal Colón que finalmente fue retirada el 10 de octubre de 2020 por las autoridades locales, porque durante años cada día 12 del mismo mes la vandalizaban grupos que se sentían agraviados por el personaje, quien tras cruzar el Atlántico desembarcó en Guanahani, una de las actuales islas Bahamas ahora llamada San Salvador, en la misma fecha pero de 1492.
Dos días antes de quitar la escultura hecha por el francés Charles Cordier por encargo del empresario mexicano Antonio Escandón, unos “colectivos” enfurecidos habían amenazado con derribarla y mejor la retiraron las autoridades con el argumento de que se le daría mantenimiento. Ahora ya se encuentra restaurado todo el conjunto, que incluye a cuatro frailes, en espera de tener un sitio definitivo.
El monumento a Colón estaba desde 1877 en el Paseo de la Reforma (antes llamado Paseo de la Emperatriz), y en 1992, quinto centenario del descubrimiento de América, encuentro de dos mundos o como usted guste llamarle, sufrió algunos daños tras ser atacado por otros manifestantes. Cuando se le retiró del lugar, el gobierno de la Ciudad quiso colocarlo en una plaza de la alcaldía Cuauhtémoc, pero por pleitos entre las respectivas gobernantes, no se logró. Después hubo la idea de llevarla al Museo del Virreinato en Tepotzotlán y no se ha hecho.
Argentina fue hace 110 años la primera nación de América que conmemoró el 12 de octubre, mientras que en México se le denominó Día de la Raza por iniciativa del presidente Venustiano Carranza en 1917 y se formalizó en 1929 cuando el mandatario era Emilio Portes Gil.
El caso del Monumento a la Raza es diferente; no se refiere a los mestizos, sino a algunos de sus antepasados por el lado indígena, particularmente Cuauhtémoc y los tlatoanis que formaron la Triple Alianza. Hoy olvidado y casi invisible a pesar de sus 50 metros de altura, el monumento con forma piramidal se encuentra desde 1940 en un tramo de Insurgentes norte casi en su confluencia con el Circuito Interior, también de la capital mexicana, y fue obra del ingeniero Francisco Borbolla y el arquitecto y escultor Luis Lelo de Larrea.
A pesar de que la fecha del 12 de octubre se volvió polémica, se mantiene en la Ley de los Símbolos Patrios como “día de fiesta y solemne para la Nación”, por lo que “la Bandera Nacional deberá izarse a toda asta” según el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), que en el aniversario de este año, publicó en el Diario Oficial de la Federación algunas explicaciones:
“Las acciones de los descubridores y conquistadores europeos dejaron claroscuros en la historia del continente; significaron la eliminación o la alianza guerrera, así como el sometimiento de los pueblos originarios y la explotación de los recursos naturales, en particular de las tierras, aguas, bosques y minas de metales preciosos.
“En 2021 se conmemoró el V Centenario de la caída de México-Tenochtitlán, así como el inicio de un proceso largo, no lineal pero inextinguible de resistencias, protestas y rebeliones indígenas que llegan a la actualidad.
“Desde otra perspectiva, la fecha se relaciona con el concepto de identidad hispanoamericana, a partir de la lengua, la historia y la cultura.
“En 1925, José Vasconcelos publicó (el libro) La raza cósmica para destacar el valor del mestizaje americano. En la actualidad, la rememoración del proceso iniciado en 1492 y el concepto de raza son revalorizados críticamente por visiones alternativas de la historia, que destacan el proceso civilizatorio de la Edad moderna, pero sin dejar de lado los claroscuros de este periodo del expansionismo moderno occidental.”
