PAUL ACHAR ZAVALZA*. Desde las primeras caricaturas hasta las recientes acusaciones de ser anti asiáticos, los cómics en América Latina tienen una relación problemática con la raza.
Como los cómics utilizan “taquigrafías” visuales para comunicar historias culturales complejas rápidamente, son susceptibles a representaciones simplistas y estereotipadas de la diferencia cultural. Pero los artistas de cómics en América Latina también producen exploraciones más consideradas de las etnias y muchas veces construyen discursos antirracistas.
Trabajar sobre los cómics y la equidad es vital en una región con una larga historia de mezcla racial, producida a partir de poblaciones indígenas, colonialistas ibéricos, esclavos negros y migrantes económicos especialmente asiáticos y europeos.
A pesar de los avances legislativos, que abordan las desigualdades estructurales y la creciente conciencia de que el racismo, aún es un problema social generalizado. América Latina todavía está formada por jerarquías raciales de larga data, a menudo oscurecidas por las celebraciones del mestizaje de la región.
Ahora, la relación entre los cómics y la raza exige atención tanto por esas tensiones raciales como porque América Latina experimenta actualmente un renacimiento del cómic. Ahora hay más editoriales independientes dedicadas a éste género, los festivales tienen lugar en países con tradiciones de cómics establecidas como México, Argentina y Brasil y comienza a crecer la importancia del trabajo realizado en Bolivia, Colombia, Chile y Perú.
Además del crecimiento de los cómics impresos y digitales, los artistas desarrollan vínculos internacionales, sobre todo porque los festivales en el extranjero buscan trabajar con los creadores de cómics de la región.
Así, este es el momento perfecto para desentrañar cómo los cómics en la región tratan los problemas de la negritud y los indígenas, y cómo el mundo de los cómics, que es predominantemente blanco, podría buscar formas de apoyar la igualdad racial.
Debemos crear una conciencia de la historia de la raza en el cómic latinoamericano y generar un mejor conocimiento de la forma en que la raza influye en la labor de los artistas contemporáneos y de la naturaleza de las prácticas de trabajo de esos artistas.
Generar una mejor simetría respecto a los orígenes es una tarea que emerge desde la visión del artista y la manera en la que permea distintas capas sociales a lo largo del mundo.
En México creemos que el comic no sólo representa un silabario con el que muchos aprendieron a leer, es y fue una ventana al mundo y a las connotaciones indescriptibles de nuestra cultura y sociedad. Es la manera en la que se aprende la igualdad de oportunidades sin importar orígenes, credos y razas. El arte es un instrumento para paliar la desigualdad y las asimetrías ancestrales. Es conformar una manera nueva de ver al mundo.
De ahí la importancia de vincular a los artistas plásticos con creadores de otras nacionalidades para iniciar una campaña sin tregua hacia la igualdad y libertad, pero sobre todo, a una apreciación más equitativa e igualitaria de quienes conformamos al mundo.
*Artista plástico vocero de la Asociación Mexicana de Autores de las Artes Plásticas (SOMAAP)