DICHOSA CONSTITUCIÓN
El derecho a la pensión
es de lo más apreciado
entre lo ya consagrado
en nuestra constitución,
se acaba la desazón
que a los viejos angustiaba
cada año en que terminaba
un gobierno y el afán
conque llegan y se van
y el recurso se agotaba.
Con estómago vacío
ya no se padece más
y también ya quedó atrás
andar temblando de frío
aunque con libre albedrío,
la cama ya se calienta
y se compra vestimenta
sin omitir el jabón,
con orgullo y emoción
que a toda esperanza alienta.
Rafael López Jiménez/ I – 2024