DISCURSO Y COMPROMISO
Se dirá que el discurso es lo de menos
lo importante y esperado son los hechos
que reivindiquen la confianza y los derechos
al pasar de regateados o nulos a ser plenos,
así como los ciudadanos los queremos,
ni pisoteados ni mermados ni maltrechos.
Invertir para generar muchos empleos
serán hechos que sabremos aplaudir
porque trascienden el alcance del decir
al satisfacer muchísimos deseos
y razones para evitar los ninguneos.
Traducir un compromiso en hechos es cumplir.
¿Cómo separar el discurso pronunciado
entusiasta y por tanto contagioso
contestatario y por eso muy vistoso,
del silenciado, hipócrita y maleado,
convenenciero, inhumano y ambicioso
inconsciente o con dividendo calculado?
Rafael López Jiménez/ XI – 2023