AUSENCIA
Costeña bonita
si la alegría y el donaire
en ti no fueran discretos
cual guardianes de secretos
ni se contuviera el aire
cuando a tu vestido cita,
si la risa –gracia innata–
contagiara como antes
para prodigar solaz,
confianza valor y paz,
como él lucía en su semblante
con emoción que arrebata
cuando hacían juntos camino
andando hacia un objetivo…
–hoy guías con entereza
el hogar como la empresa,
fue el momento decisivo
marcado por el destino–,
mostró que confiaba en ti
como confiabas en él,
murió y quedó satisfecho
de quedar vivo en tu pecho
y presente a flor de piel.
Al parecer, es así.
Rafael López Jiménez/ III – 2023