LINO, CACHO Y RODO
Lino va y viene por la carretera
sus tenis desgarrados se acabaron
solo murmura una palabra cualquiera
sus sonrisas de otrora mermaron
los cabellos negros se le enmarañaron
alborotados sobre la sesera.
Lino, como Cacho y Rodo
con casa y mamá
quien ya intentó de todo,
sí le quita, no le da,
bien sabe que morirá
pero dice ya ni modo.
Idiotizados por un “pasón”
deambulan en los caminos,
como ellos habrá millares
con lamentables destinos.
Los beneficiarios, con instintos asesinos,
reciben protección y atenciones ejemplares.
Rafael López Jiménez/ VI – 2022