MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
¿Y que dijimos cuando vimos las imágenes en televisión en Quito y Guayaquil siendo bloqueado por células del crimen organizado de Ecuador? Nada, más bien, pusimos cara de asombro controlado pues en México, digamos, ya hicimos «cayo» en eso de las escenas de terror producidas por el narco. ¿Qué tal el culiacanazo cuando quisieron detener al «Chapito»?. Aquí todos los días tenemos un sangriento capítulo de narco serie del tamaño de Netflix con todo y música del drogadicto «peso pluma»… y no es para que nos dé orgullo.
pero como andará la cosa que un pasajero del metro de la cdmx cuando se enteró de lo de Ecuador dijo: «aquí, ya se la sabe mi gente «…con un «ni aguantan nada «.
El signo que genera expectación es que parecería que Ecuador es solo un país con buen clima y una selección de fútbol de medio pelo, así como el nuestro, pero sin las acostumbradas pesadillas que el crimen organizado nos provoca.
Recordemos que allá asesinaron, también en tiempo real para los medios a un candidato a la presidencia, Fernando Villavicencio, quien se cansó de acusar a el cartel de Sinaloa y a su embajador en Ecuador, “el Fito» de estar detrás de la corrupción enquistada en todo el gobierno, el Fito no se tardó mucho y asesino a Villavicencio después de un mitin.
Ecuador es un territorio que pasó de ser puente de drogas a una nación bodega de cocaína de diversas bandas de narcos (son más de 20 células de criminales), pero se dividen bajo el control de Sinaloa y los de Jalisco nueva generación. El poder del dinero y sus armas tienen controlados todos los niveles de gobierno, ni que decir de sus cuerpos policiacos y gran parte de sus militares. Ecuador es como México, solo que más descarados, tan es así que lo que ayer vimos fue una especie de manotazo de esos carteles para poner de rodillas a su nuevo presidente Daniel Noboa.
Ha sido la administración de Noboa la que mantenía recluido en el penal de Guayaquil al tal Fito, José Adolfo Macías Villamar, líder de los Choneros, compas de los de Sinaloa y a quien se le atribuye la ejecución de Villavicencio, el finado candidato…pero ¿ Por qué se armó la balacera ? Pues que el Fito se les escapó de prisión y sus compinches armaron todo ese colorido narcobloqueo con varios muertos para, le digo, doblar al presidente Noboa quien solo alcanzó a calificar esto como una guerra interna en su nación.
Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Venezuela, Honduras, Guatemala, El Salvador, son los hijastros de los carteles mexicanos de las drogas, que como poderosas transnacionales han fijado sus propias agendas de terror, muerte, corrupción y de control político como pocas veces visto.
Y todo para mantener inhalando a el mayor público consumidor del mundo: los EUA.
¿Así, cómo se puede ganar?
Triste panorama para América Latina.