Quizá haya enemigos de mis opiniones,
pero yo mismo, si espero un rato,
puedo ser también enemigo de mis opiniones.
Jorge Luis Borges
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
El oficio de ser periodista sigue siendo incómodo para los que tienen el poder, así ha sido la historia mundial y México no es la excepción, aunque al inicio de la administración de López se tuvo esperanza de que fuera diferente, un sexenio donde las libertades se ampliaran y se normalizaran, pero no ocurrió, por el contrario, los ataques se agudizaron y se sistematizaron.
El ocaso de López Obrador está a la vista y dicho por él se va a la “chingada”, aunque busque ser el titiritero veremos si Claudia Sheinbaum se deja o se lo sacude, pero el estigma qué ha colocado a la prensa se queda. El tabasqueño es el principal incitador al odio contra la prensa, deja un país con 47 reporteros muertos con investigaciones raquíticas, con sus huérfanos, con viudas, son historias que conoce el fracasado dictador pero que relega en los cajones de su escritorio.
El reflector ya no está en la mañanera, ni en su vocero, menos en su torpe vocera de las mentiras. Las cámaras están en Sheinbaum Pardo y en el nombramiento de su gabinete, esos serán indicios para los diferentes frentes incluyendo su comunicación. Sabremos si hay viraje o continuará el mismo camino de confrontación y amenaza desde el púlpito matutino.
Veremos que versión de Claudia Sheinbaum arranca el sexenio, la científica y el método o se convierte en una calca del intransigente y básico presidente que se confronta con sombras.
En el final del sexenio, ha quedado de manifiesto que el periodismo sirvió para cuestionar al poder, para ejercer opinión, para informar y desenmascarar igual que en los tiempos del PRI y el PAN cuando los que gobiernan festejaban la exposición.
A pesar de la contundente realidad, en la que coinciden todas las organizaciones nacionales e internacionales que trabajan este tema, López Obrador la niega y dice que ha habido más asesinatos en otros sexenios.
La situación de violencia en México ha alcanzado niveles alarmantes, con cifras que, según diversos informes, son de las más altas en la historia reciente del país. Organizaciones como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) han documentado un aumento significativo en los homicidios y crímenes violentos desde el inicio de la administración actual. Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha desestimado estos datos, argumentando que las cifras de homicidios fueron peores en gobiernos anteriores.
El trabajo para la prensa deberá ser el de siempre, aunque no les guste. Hace unos días me enviaron la columna de Raymundo Riva Palacio sobre LatinUS y Loret, habla sobre como el gobierno actual y el que viene pretende ahogarlos. Luego escribió en el mensaje “ponga sus barbas a remojar pinche changuito, ahí viene el león”. Y como esa varias en redes sociales.
Pero seamos claros, se hizo periodismo en los tiempos más oscuros de la historia del país y se va a seguir haciendo porque las libertades no nos las dieron ellos, es conquista de todos y Sheinbaum está obligada a garantizarlas sin regatear… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Que rápido se le olvidó el mal trato que le dieron a Marcelo Ebrard, pero más vale guardar la dignidad que estar fuera del gabinete.
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Hasta la próxima.