Entresemana Información entresemana que forma opinión
Ir a otro país no hace ninguna diferencia.
He intentado todo eso.
No puedes alejarte de ti moviéndote
de un lugar a otro. No es posible.
Ernest Hemingway
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ / @arturosuarez
Aquí se lo dije, los mensajes que salen de Palacio Nacional nunca han sido positivos pero hoy tienen una carga de fracaso, así se ve López Obrador cada día que pasa derrotado, eso sí ante la falta de resultados se está radicalizando más, mientras reparte culpas y descalifica a todo aquel que se atreva a criticar su administración que no transformó nada, al contrario sumió al país en una severa crisis y tiene varios frentes abiertos, lo único que buscan es entregar el poder a quienes puedan cubrir sus espaldas por el gran tiradero que van a dejar.
No se puede negar que los últimos golpes que han recibido ya se recienten. Por un lado, el ciberataque recibido por “Guacamaya” que desnuda las desventajas de la austeridad en temas de seguridad nacional. Y por el otro, el libro de “El rey del cash” que cuenta la forma de operar para solventar gastos de sus tres campañas y los intermedios, incluso hay personajes que han comenzado a publicar en redes sus experiencias en esos años. Pero como escribía ayer, no hay oposición que concrete esos golpes de martillo, al contrario, son de risa para el tabasqueño.
López pensaba que a estas alturas sus seguidores y sobre todo sus detractores estarían rendidos a sus pies agradeciendo su gran labor, pero no es así, los escándalos le pegan un día sí y otro también en su gran ego, el gran sexenio solo vive en su mente y ahí también se tambalea. La mañanera de este lunes 17 de octubre debe quedar en el calendario de la historia como un día en que el Pejelagarto tuvo una pincelada de realidad, las cosas transcurrían como de costumbre, que los neoliberales, que pinches medios (eso lo digo yo), que los del PRI, que los del pasado, pero cuando le tocaron el tema del Tren Maya, sin remedio enfureció.
El tren destructor parece ser el talón de Aquiles de López, no va tener buen término, la obra está en entredicho desde su arranque, no hubo estudios de mecánica de suelo, el trazo se tuvo que modificar en más de tres ocasiones y su costo inicial de 120 mil millones de pesos se disparó a 299 mil 367 mdp y todavía os expertos señalan que la obra podría incrementarse cuatro o cinco veces más. Los activistas hablan de un daño ecológico irreversible y todos los días documentan lo frágil del terreno en el Tramo Cinco y la posibilidad de una tragedia, eso quedará en la consciencia del caudillo. Además, se trabó la construcción por varios meses gracias a los amparos que al final el gobierno ganó y la edificación siguió con un retraso significativo, con ello difícilmente López inaugurará la obra completa.
Ya se puede ver un cambio en el discurso presidencial, acepta que no va a terminar su obra, dice que el daño neoliberal es mucho, ahí está su excusa y como dijo hace dos años sobre la pandemia “nos cayó como anillo al dedo”, pero no tiene razón, es el presidente con más legitimidad con sus 30 millones de votos, en las cámaras le pasaron sus propuestas y sin cambiar una coma, se refugió en el Ejército antes que en los ciudadanos, no terminó con las masacres y hay una pila de miles de muertos en su armario que no puede negar.
A López no le queda más que construir desde el discurso, como aquello de que el Tren Maya es «la obra ferroviaria más importante del mundo», antes había dicho que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles era «el mejor aeropuerto de América Latina» y «uno de los mejores aeropuertos del mundo», hoy festeja que ya abrió un restaurante y hay más vuelos, pero ni él quiere despegar desde ahí.
Mientras se les hace bolas el engrudo, López considera que son corrupción las condiciones de los ejidatarios, quienes, dijo, no han querido convocar a una asamblea, pues aseguró que, si se hace, la gente y los ejidatarios dirían “sí queremos el Tren Maya”. Así una de sus obras emblema se tambalea y por primera vez se le escucha decir a López Obrador que no podrá… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.
