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ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Aquí se lo dije y seguramente usted fue testigo del debate del pasado domingo, resultó un ejercicio monótono, mala producción, pocas propuestas y golpes tibios por parte de Xóchitl Gálvez hacia Claudia Sheinbaum que no contestó ninguno de los planteamientos y la de Hidalgo no pudo darle un gran empujón, se dice que Xóchitl ganó el debate, pero ¿de qué sirve si los números de las mediciones no se movieron? Así Gálvez puede ganar los tres, pero mientras no muestre contundencia no servirá de nada.
Ya sé que a los opositores no les gusta la crítica y se parecen a los de Palacio Nacional, pero no les alcanza para mucho, tienen que convencer en las calles, el equipo de campaña debe dejar ser a Xóchitl porque la han puesto en un lugar con caretas que no le sientan bien y que la hacen ver de cartón, se le ve incómoda y nerviosa, deben retomar a la mujer que le fue a tocar la puerta al presidente para exigir su derecho de réplica y que se les subió a las barbas a todos porque ni figuraba para buscar la Jefatura de Gobierno que la tenían dada para Santiago Taboada, la combativa del Senado de la República y hasta la de las picardías para que el electorado contraste.
A esto se suma que al menos cuatro casas encuestadoras vieron a Claudia Sheinbaum como la ganadora del Primer Debate en la sede del Instituto Nacional Electoral (INE); mientras que sólo una le dio la victoria a Xóchitl Gálvez Ruiz, abanderada de la oposición, en el ejercicio que se caracterizó por el cruce de acusaciones entre las y el aspirante a la Presidencia de México, algo rescatable es que Los datos revelan que el encuentro entre Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez tuvo cuatro millones de televidentes en 28 ciudades del país, es decir este ha sido el segundo debate más visto de la historia, superado por el de 2018.
Queda también el tema López Obrador se molestó porque Claudia Sheinbaum no defendió a la 4T y los logros del Pejelagarto, durante el primer debate esto debió dolerle mucho al tabasqueño, pues ha sido él quien ha estado cuidando la campaña de Sheinbaum.
Los resultados del debate fueron efímeros para las candidatas y en ese sentimiento la más agradecida debe ser Sheinbaum, lo mejor fueron las mesas de análisis en los medios de comunicación y hasta los encontronazos entre el senador Germán Martínez que le dio una severa sacudida a Epigmenio Ibarra al que le temblaban las manos por los cuestionamientos del fracaso de López Obrador y la historia del creador de narcoseries.
También queda el episodio del exministro Arturo Zaldívar quien se molestó con Raymundo Riva Palacio por sus cuestionamientos. Otras como la de LatinUS, la misma Denisse Dresser dijo que el debate lo ganó Claudia Sheinbaum porque salió ilesa de los ataques de Xóchitl. En lo que hay coincidencia es que la opositora desperdició la primera oportunidad de mostrarse más y mejor que la “científica”, le quedan otras dos posibilidades, pero el tiempo se les escapa.
Protagonista a chaleco
Al que le cuesta mucho trabajo entender que su sexenio se termina es a López Obrador. El tabasqueño está en campaña a favor de su corcholata, sabe que su gobierno fracasó y por ello realizó aquella idea de que tendremos un sistema de salud de los mejores a nivel mundial, sabe que esa es una bandera que usa la oposición y por ello reunió a sus gobernadores para que le aplaudieran en el relajamiento y se mandara el mensaje de unidad en torno a Sheinbaum.
Me comentan que buscarán hacer algo similar con el tema de la seguridad que es el otro gran frente de críticas por los resultados y los acontecimientos cotidianos. Si López no pudo en más de cinco años se ve difícil lograrlo en dos meses de campaña.
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