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Rosa Elena S. Barrios
Ciudad de México, 20 de junio (entresemana.mx). La amiga de una amiga, una vecina y una prima han querido divorciarse pero ha sido muy difícil por tener hijos menores de edad. Dejar de amar y pedir la separación legal conlleva un entramado muy complicado de aspectos legales, psicológicos, emocionales y, por supuesto, financiero.
El tema es la pensión para los infantes, el acuerdo al respecto debe estar listo para que proceda el divorcio. Pero qué pasa cuando una de las partes no quiere otorgar la disolución del matrimonio. Entonces, la otra está siendo obligada a tener una condición que ya no quiere, tiene que emprender un proceso legar largo y desgastante, además de costoso e impagable para quienes no tienen un ingreso fijo o mayor al promedio.
Hace poco una madre que había sido violentada emocional y económicamente salió de la casa de su conyugue, después de un mes egresó porque en el juzgado la trabajadora social hasta le cuestionó haya rentado un departamento aparentemente “caro”, sin tomar en cuenta que si se movía a un lugar en el Estado de México o más económico le generaría gastos de movilidad para trabajar, con lo que gastaría más.
Así que le ayudaron para hacer un acuerdo y regresar a la casa de quien hasta hace poco la había tratado mal. No había una explicación clara de sus derechos para la pensión de sus hijos, o de la indemnización por haber cuidado a sus niños, hacer las tareas del hogar y, además, salir a trabajar para pagar las cuentas. Así que ante la dificultad, mejor regresó a la casa del marido, que no la suya, porque así se lo repetía constantemente.
También conozco a quien lleva más de diez años separada y no se puede divorciar porque él simplemente dice que no, aun cuando ella paga sus cuentas y la de sus pequeños, trabaja y no recibe pensión para los hijos.
Es importante hacer una nueva ruta que no obligue a las mujeres a permanecer casadas por el hecho de tener hijos que tienen derecho a una pensión. Deberían ser dos procesos independientes, que uno no sea requisito para el otro.
Falta mucho por trabajar para que las mujeres podamos vivir una vida plena, sin ataduras patriarcales, porque tampoco es justo que por estar obligadas a recibir una pensión para los hijos tengan que pasar por ese desgaste.
Es un tema que pone por encima el interés superior de la niñez, pero qué pasa cuando las mujeres son jefas de familia que pagan los gastos y simplemente quieren el divorcio.
¡Que viva la libertad!
PELLIZCO. Increíble que ni agüita suficiente le podamos poner a las plantas y se mueran antes de tiempo. No lo digo por el Ahuehuete que puso el gobierno capitalino en sustitución de la Palma de Reforma, lo digo porque se me acaba de morir una suculenta, que incapacidad.
CHANCLAZO. Increíble que el gobierno informe de una nueva ola de Covid-19 y no se reabran los espacios para hacer las pruebas del bicho y atender la infección. En fin de semana hubo quien fue a tres clínicas del IMSS y no encontró, al salir positivo en laboratorios particulares, llamó a Locatel, en donde le dijeron que para recibir atención médica tiene que esperar hasta el lunes. ¡Vaya urgencia!
