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Ciudad de México, 24 de julio (entresemana.mx). Que doloroso es saber que un niño ha perdido a su madre, pero lo es más y que rabia da cuando se pidió auxilio y no se recibió la ayuda a tiempo. No es posible que en nuestro país estemos padeciendo el asesinato de once mujeres al día y que en esta cifra ahora se cuente a Luz Raquel Padilla, una activista que fue quemada viva, asesinada de manera ruin y cobarde.
Es momento de preguntarnos qué está pasando en nuestra sociedad, por qué no hemos detenido la violencia contra las mujeres, a pesar de la lucha de muchas generaciones. Porque cada día, cada semana tenemos que hablar de este tema, de decir no con la cabeza, ante una realidad increíble y lacerante, que daña a las familias con la perdida de una madre, una hija, una amiga, una periodista, una activista, una doctora, una artista.
Podemos hacer un recuento de lo que se ha tenido que enfrentar para que nuestros derechos sean respetados, para aspirar a tener una vida tranquila y con oportunidades, para participar en las decisiones para el bienestar de nuestras familias y comunidades, para tener preparación y ejercer profesiones que antes eran exclusivas de los hombre, además de las luchas que aún siguen pendientes, de temas como el aborto, los matrimonios infantiles y la trata de personas, pero de las que se ocupan mujeres valientes que en muchos casos son señaladas y cuestionadas.
Vemos campañas para que las mujeres accedamos a la asistencia y la justicia, pero se queda en eso, en campañas, porque en los hechos nos siguen matando, quemando, lastimando. Las autoridades tardan en reaccionar, presumen protocolos para erradicar la violencia contra el sector femenino; sin embargo, ahí está la evidencia de que no hay resultados y continúa la impunidad, 493 mujeres asesinadas durante el primer semestre de este año, según datos oficiales.
En el presupuesto las mujeres mexicanas ya hemos sido castigadas, se quitaron programas funcionales para, dicen, mejor dar dinero de forma directa, esto no sirve. Porque más que el efectivo se necesitan refugios, comedores, guarderías, impulso a la educación y el emprendimiento, pero sobre todo el recurso necesario para que los cuerpos de seguridad y de justicia puedan dar la batalla y mantenernos a salvo, hacernos justicia y asegurarnos esa vida libre de violencia que indica la ley.
APLAUSOS.- A la diputada Eufrosina Cruz que sigue en la lucha para eliminar los matrimonios infantiles en todo México, sin la excusa de los usos y costumbres. En Cámara de Diputados se aprobó su iniciativa para penalizar con cárcel a quien apoye esta crueldad, pero falta la ratificación del Senado. De acuerdo con la organización Save the children, una de cada 100 niñas entre los 12 y 14 años de edad están casadas o unidas informalmente en nuestro país. Mejor que jueguen, estudien, sueñen, se preparen para ser libres, autosuficientes y poderosas.
