LA CAJA DE PANDORA/ ¿Cuántos enfermos en México son agredidos como Mónica Dossetti?

Elvira Gomezturja

Ciudad de México, 24 de julio (entresemana.mx). Hace una semana se difundió un vídeo que muestra a José Dossetti hermano de la actriz Mónica Dossetti -recordada por su personaje de Karla Greta Reyes en la telenovela El Premio Mayor (1995)-, tratando de estrangularla con un cinturón y la insulta. Él era el encargado de su cuidado y bienestar.

Mónica padece esclerosis múltiple desde hace 14 años, está retirada del medio del espectáculo. Se encuentra postrada y atada a una silla de ruedas.

El suceso tuvo lugar en la casa que habita la enferma en Tepoztlán, Morelos. Los vídeos fueron dados a conocer por José Cabello, copropietario del terreno donde se ubica la casa en la que vive la actriz.

La Fiscalía del estado de Morelos confirmó que hace cuatro meses se reportó una agresión.

Las autoridades han tomado cartas en el asunto. Giraron orden de restricción contra José Dossetti.

Fue una cuestión accidental el que Cabello se enterara de este abuso. Instalaron cámaras para vigilar a Mónica, estar atentos de su cuidado, porque entre Cabello y el hermano de la actriz, planeaban realizar un documental para que la gente comprendiese mejor y conociera la condición de una persona con este padecimiento.

Más allá de lo que determinen las autoridades, el hecho es que cuidar un enfermo siempre acarrea problemas, fatiga, preocupación, extras de dinero, insomnio, estrés y contados son los que quieren hacerse cargo de un enfermo. Todos se hacen a un lado, o como decimos en México, ‘se hacen de la vista gorda’ y le sacan la vuelta al paquete. ¿Cuántos hijos conocemos que se niegan a hacerse cargo de sus padres?… Yo, varios.

Lo cierto es que el que cuida un enfermo, sea familiar o profesional, acaba por enfermarse también, sometido a todo lo que antes mencioné.

Ignoramos cuántas personas en México viven esta desastrosa situación. Si no, recordemos el caso de la abuelita de Laura Zapata que en un asilo donde le cobraban una insultante cantidad de dinero, por descuido, dejaron que la señora Mange se llagara. Después en casa de Laura, los cuidadores contratados, igual por un descuido, se les cayó doña Eva, perjudicando con ello su salud y estado general.

De pronto la vida nos cambia y tenemos que hacernos responsables de una persona queramos o no. Sin embargo, aún con todo el amor, la paciencia que se puede profesar por un familiar, el agotamiento físico, mental y espiritual, acaban por derrumbar al cuidador, si no cuenta con una red de apoyo.

No justificó a José Dossetti, de ninguna manera, pero lo entiendo. El hombre estaba agotado, para colmo supuestamente con una sustancia tóxica entre pecho y espalda ¿Qué pasó? ¡Explotó! Perdió el control de sus emociones. Sufrió el síndrome de burn out. Llega un momento en que los cuidadores se sienten impotentes, maniatados y estallan. Este hombre necesita tratamiento psicológico, físico y espiritual para salir adelante.

Ante una situación así el entorno del enfermo se torna crítico: ¿quién se hará cargo de ella?, ¿permanecerá en esa casa?, ¿quién la cuidará?, ¿quién aportará el dinero? La situación para todos es de quiebre y delicada.

Desde aquí, deseo lo mejor para Mónica, su familia y para tantos enfermos y ancianos que viven estas aterradoras situaciones y condiciones.

Si conoce un enfermo o anciano que sea víctima de abuso, no lo dude, denuncie.

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