CARLOS POZOS SOTO
Para bien o para mal, nuestro querido país –por su ubicación geográfica y por tener costas tanto en el Golfo de México como en el Océano Pacífico– se encuentra expuesto a la influencia de los ciclones tropicales, fenómenos que se caracterizan por producir fuertes vientos, lluvias intensas y alto oleaje. Todos debiéramos de tener en cuenta esto.
Si no me falla la memoria de más de 65 años de existencia, los ciclones tropicales se presentan año tras año, afectando a la población que se asienta próxima a las costas; y, muchas veces, también a asentamientos lejanos a ellas. Y muchos de ustedes lo han visto o lo recordarán.
Esta columna la redacto por los efectos del pasado huracán Otis, y si estos se extenderán en las elecciones del 2024. El fenómeno natural golpeó con categoría 5 al bello estado de Guerrero, que se ubica en la costa sur del Pacífico mexicano, y que, si hacemos memoria, ha sido afectado por un número significativo de tormentas tropicales en las dos últimas décadas.
Es de todos conocido que el estado de Guerrero es una entidad con una considerable actividad turística por infraestructura hotelera, de gran importancia nacional e internacional, y cuenta además con otros sitios de atractivo turístico como Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco.
Los datos nos hablan y demuestran que este estado ha sido un gran centro de desarrollo turístico desde la década de 1950, con Miguel Alemán Valdés, y de ahí los gobiernos neoliberales detectaron el potencial y comenzaron destinar algunos recursos a la región.
Hay que estar siempre alertas y recordar que la mayor parte de las precipitaciones se presentan entre los meses de junio a octubre, lo cual coincide con la temporada de huracanes para el océano Pacífico norte, que se registra de los meses de mayo a noviembre, y que –según los meteorólogos– son los meses de agosto y septiembre los de mayores precipitaciones.
Con datos de CONAGUA, sabemos que durante la emergencia del huracán Pauline, el SMN emitió 32 avisos y dos boletines meteorológicos para mantener informada a la sociedad y a las dependencias del gobierno federal, estatal y municipal, como medida preventiva y de protección a la población y a sus propiedades e infraestructura pública, ante la inminente llegada de Pauline a las costas de México.
Todos sabemos que los efectos del huracán OTIS produjeron graves pérdidas humanas y materiales y ante la catástrofe, los politiqueros esperan que el curso normal, previsible, del orden político-electoral para el año 2024 se haya modificado por el paso de este meteoro en el municipio de Acapulco. Es decir, esperan que MORENA y sus candidatos –la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, Clara Brugada, Alejandro Armenta, Javier May– pierdan en las elecciones y votaciones del 2024.
Pauline dejó –según los datos oficiales– 207 personas murtas, 200 desaparecidos y 52,000 perdieron su vivienda; y las pérdidas materiales fueron por millones de dólares. Los daños fueron comparables a los causados por los huracanes Gilberto e Isidoro, que en 1988 y 2002, impactaron en la península de Yucatán.
Luego del paso de OTIS en Guerrero, el presidente de todos los mexicanos ha asistido por varias ocasiones, mientras que adversarios politiqueros han sostenido que no ha ido a Acapulco el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los medios de manipulación, periódicos, estaciones de radio y la televisión, no han dejado de mentir en este sentido de la desgracia en torno a Acapulco y municipios aledaños del estado de Guerrero, y están utilizando este lamentable caso con propósitos politiqueros.
Pero sobre todo la campaña del OTIS, es porque ellos quieren regresar por sus fueros, los corruptos, los de la mafia del poder, los conservadores, que no se cansan de robar, no tienen hartazgo y quieren seguir medrando, lucrando, robando, mientras la mayoría del pueblo de México vive en la pobreza.
El Presidente López Obrador explicó que no es que a la oposición le importe la gente, nunca les ha importado, son muy individualistas, son muy egoístas y muy corruptos.
Los recursos monetarios del desaparecido FONDEN eran un botín; mejor dicho, el presupuesto –que es dinero del pueblo– se quedaba en unas cuantas manos. Y no sólo se robaban el presupuesto del pueblo, se robaban los bienes del pueblo y de la nación. Se dedicaron a saquear, como nunca en la historia de México.
Y tocó un punto sensible y toral, que es la campaña que hay en los medios de comunicación televisivos y de radio, entre otros, por lo que el Jefe de la Nación, López Obrador, estimó que ya cambió la mentalidad del pueblo; entonces, aunque griten en Azteca: “¡Esta noche en Hechos!” o digan lo que quieran los analistas sabiondos de Televisa, o los de Loret de Mola, Ciro Gómez Leyva, Joaquín López-Dóriga, etcétera, ya no. Sí llegan a confundir a algunos, pero la verdad siempre se abre paso. Y como decía Lincoln: al pueblo lo pueden engañar una vez, dos veces, pero no lo van a poder engañar toda la vida; y ese es el fenómeno que se está dando en México. Entonces, vamos hacia adelante… Amigas y amigos, como siempre, ustedes tendrán la mejor respuesta, pues la estrategia de los politiqueros es que el orden político-electoral para el año 2024 se haya modificado por el paso de este meteoro en el municipio de Acapulco. ¿Qué opinan ustedes? Hasta aquí con Los Pozos de Carlos Pozos. Y si desean que le haga su pregunta al Presidente de México en la conferencia de prensa “mañanera”, por favor háganmela llegar al correo: lordmolecularedacció[email protected] vía Twitter (X) a: @lordmoleculaoficial, o bien, visiten nuestro portal https://www.lordmoleculaoficial.com/ así como también pueden ver mi Canal Lord Molécula Oficial.