Hipocresía eclesial y el joven manos de tijera
TERESA GIL. No hay contradicción en el título. Todo lo que atañe a viejos esquemas de conceptos morales que derivan incluso en leyes, tiene mucho que ver con dogmas religiosos. Cuando la vocería de la iglesia católica en su semanario Desde la Fe, sale a acusar al estado de haber fallado en los feminicidios, evade sus verdaderas fallas al apoyar las acusaciones de las que tampoco han profundizado en el problema. Y lo hace una institución cuyas culpas están al descubierto con los miles de jóvenes cuyas vidas ha destrozado un curato pederasta. Aquí, en el mundo y en Washington, donde se dirime el caso de Johnny Deep y su ex esposa Amber Heard que exponen sus diferencias, están presentes en actitudes, costumbres y en leyes, las reglas tradicionales para la mujer y el hombre y a partir de ellas se juzga. Obnubilados, los grupos que se van contra las autoridades en primer término, van buscado en muchos casos, justicia ciega, de algo que se dio por imposiciones. Sin cambios nada se puede arreglar.
LAS AGRESIONES FAMILIARES SOLO SE PUEDEN EVITAR CON CAMBIOS
Las autoridades intervienen cuando hay denuncia previa y después, si no la hay, cuando el hecho está consumado. En México un alto porcentaje de feminicidios se comete en los hogares. Lo mismo puede decirse de las violaciones y agresiones a menores de edad. Imposibilitada la autoridad para penetrar en los hogares a menos que haya denuncia, es difícil impedir la gran mayoría de los casos. Cuando la autoridad interviene esos casos por lo general ya ocurrieron. Lo mismo puede decirse de las agresiones fuera del hogar, en las que la conducta humana tiene mucho que ver y puede ser aleatoria. En el caso de Debanhi todas las conductas anteriores al asesinato, fueron negativas. Amigas que le fallaron y la dejaron que se fuera sola en la madrugada; un chofer de taxi que incumplió las reglas fundamentales del oficio, respeto y ética y finalmente, la falla del presunto refugio que buscaba y en el que encontró la muerte. Todo está concatenado y la seguridad no se presentó en ninguno de los tres casos. Con amigas solidarias no hubiera hecho falta el chofer, pero si en la necesidad hubiera habido respeto, ella hubiera llegado a salvo a su casa. Lo mismo puede decirse del hotel al que llegó, si hubiera sido resguardada mientras amanecía. Tres comportamientos humanos que no se dieron. No es teoría, es la realidad. Está lo eventual de que circularan patrullas o hubiera habido guardias en el hotel. No sucedió.
EL JOVEN MANOS DE TIJERA Y SU EX MUJER CON GARRAS.
El caso Johnny Deep y la comedia que se dirime a nivel mundial tiene mucho de las relaciones tormentosas que crea un sistema de conveniencias y que aquí pueden terminar en crímenes. Traslucen, además, los extremos de la vida de muchos artistas seducidos por las drogas. Infidelidad, golpes, bajeza fue lo que se desprendió del juicio que se realizó con su caso en Londres, hace meses. Escándalo al que se sumaron la bofetadas de Will Smith y los muchos casos de agresión sexual y acoso a mujeres, de parte de productores y actores. Es la moral tradicional en un país que tiene religiones protestantes y católicas y que presume mucho de su democracia. Son las conductas dictadas por una serie de preceptos morales
que se transforman ante la discordia. Aquí ya habrían llegado al feminicidio o al homicidio. Uno tiene tijeras, la otra, garras. Aquí, ya estarían marchando grupos de mujeres para echarle la culpa a López Obrador, del pleito de este par de insensatos.
DIFÍCIL ELIMINAR LA TRADICIÓN DE MENOSCABO DE LA MUJER: GORE VIDAL
El aumento de feminicidios en el mundo y en México, tienen bases como las mismas feministas lo recalcan, en el viejo patriarcado que vio a la hembra como un un ser inferior. Pero los mismos patriarcas se basaban en historias originarias del propio Génesis en las que el mismo creador según esas leyendas, consideraba a la mujer inferior que al hombre. En su libro Sexualmente hablando (Mondadori 2001), en el que incluye a personajes como Henry Miller, Eleanor Rooselvet, Oscar Wilde y Somerset Maughan entre otros, el novelista Gore Vidal dedica un apartado, al movimiento feminista y las peticiones que hacen las mujeres, que no difieren mucho de lo que ahora vemos. Pero cáustico, dice que el propio creador en libros de la antigüedad ya señalaba el lugar de la mujer ante el hombre, siempre inferior, y dictaba que ésta debería de adecuarse a sus necesidades. Muchas de estas posturas alargadas por siglos en la vida humana son difíciles de eliminar. Los feminicidios son un reflejo de la libertad que la mujer ha buscado y el estado se encuentra en un dilema entre la seguridad que aplica y las arraigadas costumbres que las propias mujeres revalidan a través de sus creencias. Pese a las luchas que dan.